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Alfonso Cuarón presentó su nueva película en el Festival Internacional de Cine de Venecia, y no obtuvo sino aplausos y elogios. De esta manera Roma - 99% parece perfilarse para ganar el León de Oro y en los próximos meses para competir en varios premios importantes de la industria del cine.

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El cine mexicano ha destacado en los últimos años en diversos festivales principalmente gracias a cineastas como Carlos Reygadas, Michel Franco y Amat Escalante; sin embargo Cuarón tenía mucho tiempo de estar trabajando en Estados Unidos y su último trabajo en su país natal, Y Tu Mamá También - 92%, se remontaba 2001. Esa cinta lo ayudó a aumentar su popularidad enormemente y de paso catapultó a Gael García Bernal y a Diego Luna al estrellato.

Después de su superposición espacial Gravedad - 96%, Cuarón quiso volver a sus raíces, y con con su regreso a la Ciudad de México para contar una historia semibiográfica, parece que ha logrado entregar uno de sus trabajos más personales y apasionantes, aseguran los asistentes al festival que ya la vieron, y las primeras críticas refuerzan las opiniones que aparecieron temprano en las redes sociales.

Cuarón debutó como director en 1991 con la cinta Sólo con tu pareja - 67%, y más tarde se encargó de algunas producciones por encargo (La Princesita - 97% y Grandes Esperanzas - 36%) que no son precisamente motivos de su orgullo, aunque se hayan ganado algunos fans con el paso del tiempo.

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Luego de demostrar en Niños del Hombre - 92% y Gravedad que su habilidad como director le permitía presentar fascinantes secuencias largas de una sola toma, ejecutadas con gran precisión y perfeccionismo, es regocijante saber que fue capaz de regresar a sus orígenes más modestos de la mejor manera y retratar una ciudad que ya no existe más que en la memoria, y que ha marcado su obra de diversas formas.

Después de una controversia en el Festival de Cannes, donde Netflix iba a presentarla por primera vez pero decidió retirarse al no tener permitido competir por la Palma de Oro, Roma buscará hacerse con el León de Oro, y si hemos de creer a los críticos, tiene buenas posibilidades. En el caso de que lo lograra, sería doblemente histórico, pues el año pasado su compadre Guillermo del Toro fue el gran ganador de la noche gracias a La Forma Del Agua - 92%. Sería la segunda ocasión (y en dos años consecutivos) que un mexicano logra esa proeza.

La otra razón para que fuera histórico su triunfo es que se trata de una película de Netflix, la plataforma de streaming más exitosa de la actualidad y la cual ya ha obtenido varios premios por series y documentales, pero no por largometrajes de ficción. Incluso se dice que Roma podría llegar a las salas de cine antes que al streaming para aumentar sus posibilidades en la temporada de premios.

Sin más preámbulo les dejamos aquí fragmentos de las reseñas de Roma que han estado publicándose y que son muy positivas:

Eric Kohn, de IndieWire:

Roma es la rara película que no se apresura en revelar de qué se trata. El proyecto de Alfonso Cuarón en México más reciente desde Y tu Mamá También, tiene más en común con la narrativa basada en un personaje de esa cinta que con las otras grandes producciones que ha hecho antes y exhibe una maestría única del medio. El cuento de una trabajadora doméstica en un barrio de clase media de la ciudad de México en los setenta canaliza las memorias de la infancia de Cuarón en una historia arrasadora que explota su agridulce historia de dentro hacia afuera

Javier Zurro, de El Español:

El director mexicano ha rodado, de la mano de Netflix, un filme basado en sus recuerdos sobre la maternidad, la clase social y la historia de México. Un filme sobresaliente que huele a León de Oro. Cuarón no busca aquí las florituras, quiere que todo fluya, y aunque vuelve a confiar en los planos secuencia como forma menos invasiva de contar su historia, estos están lejos del virtuosismo de los que usó en Gravity o Hijos de los Hombres, y se construyen mediante sutiles movimientos de cámara o largas panorámicas que el propio realizador ha confesado que buscaban ser fieles a su memoria.

Peter Bradshaw, de The Guardian:

Roma es su mejor película hasta el momento: una película emocionante, absorbente y conmovedora, con una historia rica y personal que contar, bella y dinámicamente filmada en un pálido blanco y negro.

Todd McCarthy, de Hollywood Reporter:

Bendecida de una sensibilidad excepcionalmente aguda en torno a la cotidianidad, Roma es una película sobre la memoria de una belleza inusual que empuja al primer plano lo que comúnmente queda en el fondo. […] Pronto queda claro que la postura de Cuarón aquí es la de un curador poético de los recuerdos. Las imágenes monocromáticas brillantes y plateadas rememoran momentos y experienzas con viveza cristalina.

Stephanie Zacharek, de Time:

Cuarón es un excelente artesano, pero su verdadero don es que pone a la naturaleza humana por encima de la cinematografía. Roma sigue la tradición de cineastas neorrealistas como Vittorio De Sica y Satyajit Ray. Nadie más está haciendo películas como esta hoy. […] Esta pintura gloriosa y tierna, una memoria escrita en lenguaje cinematográfico, es solo indirectamente sobre el hombre que la hizo. Él se pone de pie a un lado, en las sombras, llamando nuestra atenció hacia algo. Roma es el cine como un gesto, una invitación a la generosidad que tal vez no sabíamos que podíamos sentir.

Manu Yanez-Murillo, de Fotogramas:

Filmada con una cámara digital Alexa de 65mm, las imágenes en blanco y negro de ROMA proponen un diálogo permanente entre el naturalismo y el formalismo, canalizando la representación de una memoria viva, invocada desde una perspectiva contemporánea –algo que ya logró Terrence Malick, a su manera, en el tramo central de El árbol de la vida–.

Owen Gleiberman, de Variety:

Presenta la vida en esta ingobernable metrópolis mexicana como una experiencia inmersiva más, como una hipnosis que te dice que estás ahí. Roma está hecha de forma preciosa, pero puede que te sientas más absorbido por ella que conmovido por ella.

Robbie Collin en The Telegraph:

Cada escena individual se siente llena del lúcido detalle de un recuerdo formativo o un sueño recurrente.

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