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Por ahora, los fans de Star Wars están relativamente satisfechos con las series exclusivas de Disney Plus que llevan años dominando este canon y que a pesar de sus bajas siguen aportando cosas interesantes para este mundo, como The Mandalorian - 90%, Obi-Wan Kenobi - 95% y Andor - 90%. Las cosas están lejos de ser perfectas, pues todavía queda un vacío importante en la gran pantalla, mismo que Kathleen Kennedy está intentando llenar siguiendo un nuevo modelo para la franquicia que, en teoría, deberá dar mayor libertad a los creadores y disminuirá la presión por cumplir un calendario ajustado.

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Las sagas y franquicias no son nada nuevas en Hollywood y siempre han motivado muchos de los intereses de las productoras que encuentran en ellas una gran forma de generar miles de millones al año. Sin embargo, hasta hace unos años, cada empresa tenía sus formas para cumplir con estos objetivos, pero lo hecho por Marvel terminó por cambiar las tendencias en general. Luego de que el UCM se consolidara con éxito año tras año, quedó claro que el proceso de oferta y demanda estaba cambiando y los fans eran cada vez más exigentes e impacientes.

Marvel estrenaba varias películas al año que además de funcionar para trilogías independientes, también formaban parte de un universo cinematográfico más importante que se sostenía gracias a los fanáticos que no se perdían ningún estreno. Esta misma idea se intentó copiar para otras marcas como DC y Star Wars, pero los buenos resultados nunca fueron estables. En esta etapa, Star Wars tuvo obras magníficas como Rogue One: Una Historia de Star Wars - 85%, pero también desastres como Han Solo: Una Historia de Star Wars - 56%, lo que sólo sirvió para poner a prueba los límites de los seguidores.

Por otro lado, Star Wars trataba de levantar una nueva trilogía con Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92%, pero el traer de vuelta a los personajes clásicos se convirtió en un arma de doble filo, pues sí apelaba a la nostalgia y el cariño de los espectadores, pero también fueron muy criticados por supuestamente alterar la personalidad de los mismos. Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% dividió tanto al público que Star Wars: el ascenso de Skywalker - 61% no logró el impacto deseado a pesar de generar excelentes números en la taquilla global. De esta forma, Lucasfilm decidió poner una pausa a la producción de películas para enfocarse en las series que sí estaban funcionando al propósito más importante.

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Los fans han llevan años esperando y a la vez temiendo una nueva película de Star Wars y aunque muchas han sido anunciadas, la mayoría ahora está en el limbo o simplemente no se conocen tantos detalles como para saber si serán o no un éxito con la audiencia. Para Kathleen Kennedy, el problema es que el modelo creativo de Marvel no es aplicable al de Star Wars, y aunque les tomó muchos años y pérdidas sustanciales darse cuenta, finalmente lo hicieron y pusieron manos a la obra para solucionar este problema.

La reconocida productora ya ha dicho en varias ocasiones que, de ahora en adelante, la prioridad será la calidad y no la cantidad de películas de Star Wars, pero para ello espera que el público comprenda sus razones para cambiar la tendencia y proponer algo distinto que regresa a las formas originales con las que se trataban estas franquicias antes de Marvel. En entrevista con Empire, Kennedy tomó de ejemplo la saga de James Bond:

Frecuentemente menciono a [James Bond]. Eso es [estrenar cintas] cada tres o cuatro años y no había esta presión de sentir que tenías que tener una película todos los años. Creo que eso fue muy importante para 'Star Wars'. Tenemos que convertir esto en un evento.

Kathleen Kennedy quiere que los creativos, directores y guionistas tengan la seguridad de que pueden tomarse su tiempo para trabajar sus respectivas obras, lo que seguramente marcará un punto importante para la calidad de la saga:

Es mucho mejor decir la verdad. Que vamos a hacer estas películas cuando estén listas, y las estrenaremos cuando estén listas para ser estrenadas.

Esta firme decisión llevó a la productora a cancelar proyectos como el de Kevin Feige y el de Patty Jenkins para que otros pudieran tener prioridad, como el de Taika Waititi y la nueva secuela que traerá de vuelta a Daisy Ridley como Rey.

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