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¿Fan de los thrillers? Si es así entonces es un hecho que no te puedes perder Relic: Herencia Maldita - 91% de Natalie Erika James, filme de horror que desde antes de su estreno creó grandes expectativas por tener una trama similar a El Legado del Diablo - 96% de Ari Aster. Ambas películas comparten varios elementos en común que las convierten en excelentes producciones del género, pero existe una buena razón por la cual Relic logra colocarse como un mejor ejemplo de lo que es el terror psicológico.

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Hereditary logró convertirse en un clásico de terror moderno casi instantáneamente. La película replantea el género centrándose durante gran parte la historia en la tensa relación de la familia de Annie (Toni Collette). La estructura familiar comienza a desmoronarse en efecto dominó con la muerte de su madre y el terrible accidente que le cuesta la vida a su hija menor. Ari Aster presenta un excelente thriller psicológico durante los primeros dos actos del filme, llevando al espectador al terreno de lo sobrenatural en la tercera parte.

Relic nos cuenta una historia similar, Kay (Emily Mortimer) y su hija (Bella Heathcote) lidian con el Alzheimer de la abuela Edna (Robyn Nevin), quien cada vez se comporta más extraño y es arrastrada por algo más siniestro que envuelve su demencia. De acuerdo con un artículo de Renaldo Matadeen para CBR, tanto este filme como Hereditary tienen configuraciones brillantes y realmente logran que el espectador se cuestione sobre la psique y cómo la muerte afecta las relaciones humanas. Sin embargo, el periodista plantea que la película de Aster comete un gran error cuando se aleja lo psicológico en cierto momento de la trama.

Matadeen piensa que el elemento del culto en Hereditary fue una gran idea que el director no supo desarrollar. La película llega al final de la historia lejos del ángulo psicológico que tenía al principio y agregando una serie de asesinatos que el periodista fueron una “ridícula” forma de terminar el filme:

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El culto fue una idea genial, pero como un aquelarre en toda regla, en realidad se siente desarticulado, parece más como algo arrancado de una película de Tim Burton. Hereditary se vuelve un poco tonta, lo que quita la gravedad de la situación. El resto de la historia se siente arraigada, por lo que Aster no necesitaba terminar la película con una fanfarria tan ridícula.

En cuanto a Relic, el periodista opina que la película hace exactamente lo contrario porque va construyendo silenciosamente su final. No existe una pelea dramática con grandes efectos, fuego ni asesinatos, vemos cómo Edna va perdiendo su humanidad por completo y el resto de la familia acepta el destino que les ha sido concedido. Esta metáfora de la demencia logra de manera brillante empatizar con los espectadores, quienes resienten profundamente el final de la historia. De acuerdo con el periodista, Relic tiene mayor “sustancia” que Hereditary:

Relic no termina con un espectáculo CGI de mano dura. En cambio, el final se conecta con el tema de la película, en la que a veces los humanos y los monstruos son iguales. Esto proporciona continuidad y consistencia en la narrativa, con un demonio silencioso desatado que resuena más. Los espectadores sienten la pérdida en Relic profundamente mientras la familia se quiebra, mientras que Heredity termina con una especie de truco forzado. Hereditary fue por el estilo, pero Relic es por la sustancia, y por eso, se siente mucho más real y contable.

Definitivamente el cine de terror ha estado cambiando durante los últimos años. Los espectadores cada vez se sienten más atraídos por los thrillers psicológicos donde no reina precisamente lo demoníaco y lo sobrenatural, sino la propia naturaleza humana y las relaciones interpersonales que pueden ser todavía más espeluznantes. En estos momentos de distanciamiento social, no está darle una revisada a Midsommar: El Terror No Espera La Noche - 98%, La Bruja - 91%, El Faro - 96%, ¡Huye! - 99% y Nosotros - 95%.

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