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El reconocido cineasta Ridley Scott, hablando con Deadline (vía SFFGazette.com) sobre su nueva película, Napoleón - 57%, reflexionó recientemente sobre su experiencia al no ser consultado para Aliens - 98%, la secuela de su icónica película Alien - El Octavo Pasajero - 97%. En la entrevista, Scott compartió su molestia por cómo la visión de James Cameron para la secuela difería enormemente de la suya.

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Recordando aquel momento, Scott dijo: "Bueno, Jim es así, la forma en que diseña, todo su proceso es La Aventura. Cuando me enteré de que alguien más estaba haciendo esto [Alien 2], de hecho, había estado intentando desarrollar algo". Esta declaración refleja la sorpresa y el desencanto de Scott al no ser incluido en el proyecto de la secuela.

El director también reveló una conversación que tuvo con Cameron. "Cuando Jim me llamó y dijo, escucha… fue muy amable pero dijo, 'Esto es difícil, tu bestia es tan única. Es difícil hacerla tan aterradora de nuevo, ahora es terreno familiar'. Entonces él dijo, 'Voy a ir en una dirección más de acción, tipo ejército’. Yo dije, está bien. Y esa fue la primera vez que realmente pensé, ‘bienvenido a Hollywood'". Este cambio de enfoque marcó un contraste significativo con la atmósfera tensa y de terror psicológico que Scott había impuesto en Alien.

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Scott no ocultó su decepción sobre cómo se manejó la secuela. "Estaba molesto. No se lo diría a Jim, pero creo que estaba herido. Sabía que había hecho algo muy especial, realmente único. Me sentí profundamente herido, en realidad porque en ese momento, creo que era mercancía dañada mientras intentaba recuperarme de Blade Runner". Estas palabras reflejan el sentimiento de Scott de haber sido marginado en un momento crucial de su carrera.

El director también compartió una anécdota reveladora sobre Blade Runner - 90%, otra de sus obras maestras, y su relación con el estudio. "Lo que pensé que era algo bastante especial, y luego las proyecciones de prueba fueron un desastre. Y [mi corte de] la película estuvo en un estante durante casi, creo, 10 a 12 años después de eso hasta que fue descubierta por accidente en un Festival de Cine de Santa Mónica. Alguien dijo, saquemos la vieja impresión y corrámosla por diversión. Y llamaron a Warner. Y con todo el respeto a Warner, habían perdido el maldito negativo, lo cual es como, ¿qué? Y alguien entró en pánico y sacó la primera lata que tenía Blade Runner en ella, nunca la revisó, la envió a Santa Mónica".

Estas declaraciones de Scott ofrecen una mirada íntima a las frustraciones y desafíos que enfrentó en su carrera, especialmente en relación con sus dos películas más influyentes. Al mismo tiempo, revelan la complejidad de las relaciones y decisiones detrás de las cámaras en la industria cinematográfica. El hecho de que Scott se sintiera desplazado en la realización de la secuela de Alien y luchara con el reconocimiento de Blade Runner pone de relieve los obstáculos que incluso los directores más exitosos pueden enfrentar. Estas experiencias, sin embargo, no han disminuido el legado duradero de Scott en el cine de ciencia ficción y su influencia en generaciones de cineastas y aficionados.

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