Tomatazos

Ante todo, Alan Moore ha sido conocido por poseer una visión revolucionaria en sus novelas gráficas, muchas de las cuales fueron después adaptadas a la gran pantalla como Watchmen, Los Vigilantes - 65%, V de Venganza - 73% o La Liga Extraordinaria - 17%. No obstante, esta postura también le ha traído continuos desencuentros con las adaptaciones de estas historias, que ha calificado recientemente de no respetar sus "principios originales".

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Así, Moore ha manifestado sinceras críticas a las adaptaciones cinematográficas y la cultura contemporánea de los superhéroes, así como de su necesidad de desmarcarse de ellas. Pero ha ido más allá al sugerir que la continua fascinación por las películas de superhéroes entre los adultos podría servir como precursora de problemas sociales más importantes, incluido el fascismo.

Sus obras siempre han poseído un enfoque único y sin complejos a la hora de contar historias y señalar conflictos crudos inherentes al ser humano. De esta manera, su genio no solo se hizo de un nombre por sus tramas intrincadas y personajes complejos, sino también por su voluntad de confrontar verdades incómodas.

En una entrevista exclusiva con The Telegraph, Moore reveló que ya no aceptaría las regalías de DC Comics por adaptaciones cinematográficas y televisivas de sus personajes. En cambio, ha solicitado que estas ganancias se “redireccionen” para apoyar el movimiento Black Lives Matter. Cuando se le preguntó acerca de los informes que sugerían que estaba dividiendo sus ingresos de las adaptaciones cinematográficas y televisivas entre otros escritores y colaboradores creativos, Moore respondió con un rotundo:

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Con las películas recientes, se han mantenido firmes en lo que supuse que eran sus principios originales. Así que pedí a DC Comics que enviara todo el dinero de cualquier serie de televisión o película futura a Black Lives Matter.

La crítica de Moore a los géneros modernos de superhéroes se basa en su creencia de que estos personajes, concebidos originalmente para entretener a niños de 12 años hace décadas, han sido reempaquetados y comercializados para una audiencia adulta. Expresó nostalgia por los inocentes e imaginativos personajes de superhéroes de mediados del siglo XX, lamentando cómo se han transformado en panfletos glorificados como "novelas gráficas" con precios significativamente más altos.

Tal y como sus personajes a menudo desafían el status quo y enfrentan la injusticia, la decisión de Moore es una declaración rotunda contra la mercantilización banal del arte y la instauración de narrativas culturales dañinas en la cultura pop. Algo a lo que la industria del cómic no es ajena, pues el uso de sus personajes como instrumentos políticos siempre ha sido un tema sobre la mesa.

Pero a la par de escritores como Neil Gaiman , de una visión un tanto más optimista del arte y sus efectos en la sociedad, Moore sigue siendo un firme defensor del potencial del medio para abordar cuestiones —y posturas— sociales críticas. Pues la gran mayoría de su obra en sí misma es una prueba del profundo impacto que los artistas pueden tener en la configuración del discurso público y la promoción de causas importantes.

Mientras el autor continúa viviendo una vida tranquila en Northampton, Inglaterra, ha establecido un legado que se extiende mucho más allá de las páginas de su obra, pues esta audaz medida subraya una vez más su compromiso inquebrantable con la justicia social y arroja luz sobre más interrogantes sobre la creciente desilusión con las adaptaciones de su obra y la industria cinematográfica de superhéroes contemporánea por parte de las grandes editoriales.

Su decisión de redirigir sus regalías a Black Lives Matter es un testimonio de su compromiso inquebrantable con sus principios y su creencia en el potencial del arte para inspirar, desafiar y lograr cambios. En un mundo que a menudo se siente dividido e incierto, las acciones de Moore sirven como un rayo de esperanza, recordándonos que incluso frente a la adversidad, las personas tienen el poder de marcar la diferencia y defender lo que creen.

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