Tomatazos

Los procesos de creación siempre han tenido que lidiar con el imperio de las potestades económicas, sus intereses y, recientemente, con la lógica del mercado o los jerarcas que se autoproclaman los filtros de lo que debe presenciar el público. Es una batalla feroz la que lidian los artistas, los diseñadores, técnicos y especialistas en generación de contenidos audiovisuales, textuales y gráficos cuando deben enfrentar el gusto y sus desgracias institucionales —uno de los mayores males que el corporativismo ha aportado. El séptimo arte, por el tamaño de industria que induce desde el entretenimiento, no sólo no escapa de esto, sino que concentra casi todos los vicios. Lo curioso, es que el cine de autor es el verdadero punto de partida y horizonte de los grandes cineastas de cualquier época.

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Los abusos de ciertos personajes son harto consabidos gracias a las luchas sociales a favor de la igualdad de género, étnica, racial y hasta estilística. Por ejemplo, el gran abusador de Hollywood —no sólo por sus escándalos eróticos, sino por su naturaleza bully. Incluso antes de que Harvey Weinstein fuera descubierto como un abusador sexual en serie, el ex magnate infundió miedo en los corazones de los cineastas por una razón diferente: su tendencia a interferir con el proceso de edición y anular las visiones de los jóvenes cineastas.

En una nueva entrevista con The New Yorker, Todd Field (Tár - 91%, Crimen Imperdonable - 93%) recordó su consternación 21 años atrás, cuando supo que Miramax de Weinstein había adquirido su película debut Crimen Imperdonable - 93%e en el Festival de Cine de Sundance. Si bien la película fue abrumadoramente elogiada en el festival, Field dice que sabía que la reputación de Weinstein de volver a editar películas podría poner en peligro la respuesta a su estreno en cines. Él dice que la película finalmente se salvó gracias al consejo de una fuente que pocos hubiesen imaginado: Tom Cruise (Top Gun: Maverick - 98%, Entrevista con el Vampiro - 61%, Misión Imposible: Protocolo Fantasma - 93%). Sí, porque además de excelente actor, productor y celebridad fanática de un culto religioso, Cruise es la mera banda. Cuenta de aquellos ayeres Field:

Estaba llorando en el baño. Llamé a Tom Cruise y le dije: ‘Algo terrible ha sucedido’. Básicamente dijo: ‘Así es como lo vas a jugar. Te tomará seis meses y lo vencerás, pero tienes que hacer exactamente lo que te voy a decir que hagas, paso a paso’.

Field continuó explicando que Cruise le dijo que dejara que Weinstein cambiara la película todo lo que quisiera sin rechazo, y luego que esperara a que la película reeditada tuviera malas pruebas con el público. Una vez que eso sucedió, Field debería recordarle a Weinstein las críticas positivas y elogiosas que recibió el corte original y sugerirle que lance esa versión en su lugar.

Field hizo exactamente eso, y dice que el plan funcionó exactamente como Cruise dijo que lo haría. Crimen imperdonable se convirtió en un gran éxito y obtuvo cinco nominaciones al Oscar, con Field obteniendo nominaciones a Mejor Película y Mejor Guion Adaptado. Así que: In your face, Weinstein.

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Si bien Field actualmente disfruta de excelentes críticas y una sólida temporada de premios por Tár, todavía no es ajeno a las dificultades que los cineastas independientes enfrentan con tanta frecuencia. Sus infames luchas para asegurar el financiamiento de sus proyectos llevaron a una brecha de 16 años entre su segunda película, Little Children, y Tár. Y en una entrevista reciente con IndieWire, opinó sobre cómo el panorama de las salas de exhibición de películas se ha vuelto cada vez más hostil para los directores de cine de autor que buscan ver sus películas proyectadas en una película.

Quiero decir, nada ha cambiado acerca de hacer una película. Creo que el mundo para los cinéfilos ha cambiado drásticamente de una manera que probablemente no necesite agregar nada nuevo. Otras personas lo han dicho al menos tan bien o mejor que yo y han sido atacadas o infamadas por ello. Pero pongámoslo de esta manera. Fui a los teatros de tecnología en Nueva York hoy y fue realmente deprimente. Súper deprimente.

Entendemos su punto. En efecto, el interés tecnológico al que se refiere plantea un espacio donde éxitos como Top Gun: Maverick lucen considerablemente, pero no están diseñados para, por ejemplo, disfrutar con el mismo detalle, Tár. Y si a eso le sumamos la decisión de cuántas salas dedican a las películas de autor... bueno, esa es una historia que seguramente usted conoce. Qué calamidad.

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