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La casa del dragón - 91% ha logrado establecerse como una de las series más interesantes de la temporada y una de las mejores del año. La precuela de Game of Thrones - 83% funciona bien de manera independiente y no necesita seguir el mismo camino que su predecesora, aunque mantiene las partes más interesantes del canon y el ritmo narrativo. El mayor beneficio de esta trama es que se enfoca en ciertos personajes y en un único movimiento político, lo que permite un mejor desarrollo y atención a sus protagonistas. De igual forma, los showrunners habían asegurado que la serie mejoraría diversos aspectos en el tema sexual, frente y detrás de cámaras, y Milly Alcock, quien interpreta a la joven Rhaenyra, asegura que se sintió bastante cómoda y protegida al filmar uno de los momentos más controversiales.

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Rhaenyra, hija legítima del rey y su primera elección para quedarse con el Trono de Hierro, es una de las protagonistas más interesantes que ha ofrecido este mundo. Los primeros episodios nos mostraron sus ambiciones de libertad porque nunca consideró la posibilidad de volverse reina. Sin embargo, la trágica muerte de su hermano recién nacido y de su madre la ponen al frente, a pesar de que la mayoría de los gobernantes tengan serios problemas con obedecer a una mujer. George R.R. Martin , quien apoyó en todo momento el desarrollo de La Casa del Dragón, mantiene su interés por las mujeres poderosas que deben superar varios obstáculos por el sistema patriarcal que las niega constantemente.

En el otro extremo de la lucha está su tío, Daemon, interpretado por Matt Smith, y quien a todas luces tiene más posibilidades de ser aceptado por el pueblo por ser hombre, a pesar de que su temperamento y pasado no necesariamente son buenas noticias para el reino. Al final, el nacimiento de un nuevo heredero pone en riesgo todo y Rhaenyra comienza a notar que la lucha por su lugar irá más allá de lo esperado. El crecimiento emocional y sexual de la protagonista se vuelve bastante importante para la trama, y el más reciente episodio abordó sin censura el asunto.

Las escenas explícitas de sexo no son novedad en el mundo de Game of Thrones, pero eso no significa que no dejen de ser controversiales para varios espectadores. Mucho antes de mantener relaciones sexuales con Ser Criston Cole, Rhaenyra explora el bajo mundo de la ciudad acompañada por Daemon. Entre alcohol y espectáculos, sobrina y tío terminan en un burdel donde Daemon le asegura que satisfacer sus necesidades sexuales es indispensable y algo que puede hacer incluso si contrae matrimonio por obligación. La tensión sexual entre ambos se convierte en una pasión desmedida que Daemon no termina por cumplir, pero que dejó a muchos con la boca abierta.

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Por supuesto, aquellos que conocen el canon saben que el incesto no es tan raro aquí, especialmente entre la familia Targaryen, quienes no dudaban en casarse entre ellos para mantener puro su linaje. Pero para otros sigue siendo un tema muy incómodo, en especial porque ahora muchos apoyan esta relación y esperan presenciar más encuentros entre Rhaenyra y Daemon. A pesar de lo delicado del tratamiento, filmar esta escena no fue tan complicado o preocupante como se esperaba. En entrevista con New York Post, Milly Alcock aseguró que trabajar este momento junto a Matt Smith fue sencillo y cómodo:

No [fue difícil], por extraño que parezca. [Matt Smith y yo] somos compañeros. Entonces, fue bastante cómodo. [Teníamos] una coordinadora de intimidad y trabajamos con ella durante el proceso de ensayo y luego lo bloqueamos por meses.

Sin embargo, la orgía que sucede alrededor de ellos, sí fue una sorpresa para la actriz:

Clare Kilner, nuestra directora, se aseguró de que no hubiéramos visto nada del burdel hasta que estábamos filmando. Entonces, esa fue la primera vez que caminamos por el burdel, y él [Daemon] la está guiando a través de la habitación con todos estos otros cuerpos. Eso fue bastante impactante. Fue como: 'Esto es un poco extraño y tonto'.

El comentario de Alcock comparte el mismo sentimiento de seguridad del que ya habló Emily Carey, quien da vida a la joven Alicent Hightower, y quien estaba aterrada de filmar sus escenas luego de ver el tratamiento sexual y la violencia contra la mujer en Game of Thrones. Sin embargo, fieles a su palabra, los creadores y ejecutivos fueron mucho más responsables para cuidar a sus protagonistas, sin quitar nada de lo sexual para la historia, que aquí definitivamente se nota importante por tratarse del manejo de la sexualidad femenina y cómo se ve en ojos de los hombres que las rodean.

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