Tomatazos

Carlos Reygadas es sin duda alguna uno de los directores mexicanos más renombrados y reconocidos de su generación, habiendo ganado no solo el Premio Ariel, pero además el Premio al Mejor Director en el Festival de Cine de Cannes, resultado del trabajo en su obra Post Tenebras Lux - 55%, en el 2012.

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Tras su triunfo en Cannes, el mundo esperó atenta y pacientemente a ver con qué ambicioso proyecto habría de sorprender Reygadas al mundo ahora, proyecto que eventualmente fue anunciado como el largometraje Nuestro Tiempo - 60%, protagonizado por él mismo y por su esposa, Natalia López. La película fue parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Venecia, cuya última edición se celebró del 29 de agosto al 8 de septiembre del 2018 y donde el colega y compatriota de Reygadas, Alfonso Cuarón, se llevó a casa el honor máximo con Roma - 99%.

Antes de que el mismo Reygadas decidiera dar un paso frente a la cámara y fungir como protagonista paralelo a su trabajo como director, hubo otro principal que comenzó a trabajar en el proyecto pero que, luego de unos días, tanto él como Reygadas entendieron que iba a ser imposible continuar trabajando juntos, por lo que se tomó la decisión de tomar caminos separados. Esta persona es nada más y nada menos que Xavier Velasco, el escritor mexicano, reconocido por su obra Diablo Guardián.

En una reciente entrevista hecha por el diario El País a Velasco, él narra cómo fue que llegó a dar al proyecto, comenzando por una cena que tuvo con el director y con Natalia López, en donde cuando le preguntaron su opinión del guión, él no tuvo más opción que mentir, pues a pesar de que no le había parecido excepcional, era más sus ganas de trabajar en la película.

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Me pareció vacío y muy machista. Mentí porque quería entrar a la película. Fui el primer beneficiario de mis mentiras, pero también la primera víctima.

Según narra para El País, la idea de protagonizar una película de Carlos Reygadas se le antojaba como un gran paso en su carrera y su oportunidad de visitar los festivales de cine más prestigiosos del mundo, de convertirse en un gran actor.

¡Yo me veía en Cannes! Fantasee con que ganaba el premio a mejor actor y que en el público Sean Penn y Robert De Niro morían de envidia.

Sin embargo, la experiencia que Velasco tenía en mente eran muy diferentes a lo que ocurrió en realidad, y ya desde el principio comenzaron a surgir algunos choques entre él y el director, no solo por el ambiente laboral, que el escritor ha descrito como difícil, pero también por cuestiones de química entre ellos y las diferencias ideológicas de cada uno.

Los primeros días fueron el infierno en la tierra. Yo nunca vi en Reygadas al genio del que hablan.

Velasco, quien estaba muy comprometido con el papel que estaba desempeñando y con su trabajo en la película, comenzó a tomar clases para aprender a montar a caballo y en general a trabajar con estos animales, pero parece que no eso fue suficiente, pues el ambiente laboral no se volvió más placentero para nadie y a él, en lo personal, no le gustaba la manera de trabajar del director. Finalmente, Reygadas, quien se escribe no estaba muy convencido con el trabajo histriónico, de Xavier, decidió despedirlo a través de un mensaje de texto.

Si él se cree Herzog yo no soy Kinski y eso nunca fue Fitzcarraldo.

Concluyó Velasco.

Esta es la sinopsis que acompañó a Nuestro Tiempo en su estreno en Venecia:

Una familia vive en el campo mexicano criando toros de lidia. Esther está a cargo de dirigir el rancho, mientras que su esposo Juan, un poeta de renombre mundial, cría y selecciona a las bestias. Cuando Esther se enamora de un entrenador de caballos llamado Phil, la pareja lucha por superar la crisis emocional.

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