Tomatazos

El cineasta francés François Truffaut (Los 400 Golpes - 100%) dijo "La adolescencia es como un segundo parto. En el primero nace un niño y en el segundo, un hombre y / o una mujer. Y siempre es doloroso". Ciertamente, la adolescencia es una etapa muy complicada en la vida del ser humano, una transición llena de nuevas experiencias, alegrías y aventuras, pero que también llega acompañada de miedo, incertidumbre y confusiones. El cine ha sido un gran testigo de los esquemas juveniles por los que atraviesan las mujeres y hombres y, en muchas ocasiones funciona como una cápsula del tiempo que nos recuerda a través de imágenes que podrán cambiar los tiempos y el contexto, pero en el fondo la juventud mantiene emociones universales.

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En su tercer largometraje titulado Lxs chicxs de las motitos - 100%, la directora argentina Inés María Barrionuevo, nos entrega un sensible y entrañable relato juvenil que co-dirigió junto a Gabriela Vidal, cuyo guion está basado en una novela escrita por Vidal, Los chicos de las motitos. La trama de la cinta sigue a Juli (Carla Gusolfino) , una adolescente de 14 años que vive en Córdoba, que sueña en tener una fiesta de quince años. Juli está enamorada y pasa sus tardes y algunas noches con Lauti (Ignacio Pedrone), un chico que de vez en cuando le ayuda a Juli a escapar de los regaños de su madre (Carolina Godoy). Las cosas se complican cuando la adolescente descubre que está embarazada y tanto ella como su novio se encuentran confundidos frente a una situación que les cambia la vida y los obliga a tomar nuevas decisiones.

En el guion de Lxs chicxs de las motitos - 100% se nota la gran experiencia como guionista de Vidal (co-guionista de La vida después - 83%, No quiero dormir sola , El Placer es Mío - 60%), quien logra contar una historia que parte de emociones universales y de una cotidianeidad que podría vivir cualquier chica adolescente en diversas partes del mundo. Es una historia corta, como lo es la juventud, pero en sus 80 minutos, la historia consigue que nos encariñamos con los personajes, esto gracias a que las directoras los muestran con un gran nivel de realismo y los actores transmiten sentimientos de vulnerabilidad, miedo, romance e incertidumbre, con los que la audiencia se puede identificar, sin necesidad de haber experimentado situaciones similares en su adolescencia. Los diálogos tienen un buen ritmo, suenan naturales e inteligentes durante las conversaciones.

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Lo que también aporta mucha naturalidad a este retrato realista, son las actuaciones de sus actores protagonistas, Gusolfino y Pedroe, quienes mantienen una química inquebrantable en pantalla y convencen al público del amor que existe el uno por el otro, así como del equipo que forman como pareja para enfrentar los retos que se les presentan. El elenco secundario también está lleno de buenas actuaciones como una destacable Godoy, que interpreta a una madre que le exige revelar un amplio abanico de emociones frente al cuidado de una hija adolescente.

El filme se ve rodeado de una atmósfera con un tono sociopolítico, en el cual se abordan los saqueos y la huelga policial que sacudió a Córdoba en 2013, sin que esto delimite por completo el rumbo de la historia de dos enamorados. El tema principal de la película es el embarazo en la adolescencia y las directoras lo plantean desde un punto de vista que no emiten juicios sobre su personaje, más bien la acompañan en esta experiencia desde la dignidad y el respeto. En la cinta también se habla del aborto, pero siempre desde un enfoque realista que pone en relieve los peligros de que el gobierno no legalice esta práctica y las adversidades económicas que tienen las mujeres para llevarlo a cabo.

La cinta tiene un increíble trabajo de cinefotografía, una fotografía propositiva que captura los detalles más profundos del romance adolescente. Las directoras saben dónde colocar la cámara y qué movimientos utilizar para seguir las acciones de los actores. Destacan los primeros planos en los que se encuadra un gran nivel de intimidad entre Juli y y Lauti. La cinefotografía se ve apoyada por un cuidado diseño de producción y una dirección de vestuario que incluye una amplia gama de colores que refuerzan la psicología y la juventud de los personajes.

Lxs chicxs de las motitos - 100% es una película que se construye a partir de cálidos detalles y la fuerza de sus personajes para romper estereotipos y estigmatizaciones. Una historia que nos cuenta más de lo que parece a simple vista y con múltiples lecturas, que nos cuenta la vida de tres mujeres, en la etapa infantil, adolescentes y adulta mientras nos habla de la maternidad. Un relato que fluye con sus mensajes sociales y sus temas universales. Lxs chicxs de las motitos - 100% ganó como mejor película, mejor película iberoamericana y el Premio Especial del Jurado en el Festival de Málaga.

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