Tomatazos

Hablar del cine de David Fincher es hablar del cine de un director que detesta hablar de sí mismo (o que alguien más lo haga) como si se tratara de una marca, pero está muy claro que su apellido vende películas a los más ávidos seguidores del séptimo arte, a pesar de que es algo con lo que nunca estará de acuerdo. También es perfeccionista, muy exigente y está consciente de la reputación que se ha ganado en la industria del cine gracias a sus largometrajes. De hecho, es gracias a su nombre y reputación que puede hacer grandes películas para grandes estudios y a la vez tener todo el control creativo para sus proyectos.

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Es considerado por muchos como un genio, accesible en la mayoría de casos, y por esa razón es un cineasta al que muchos toman como referencia para la realización de sus propias películas; solo basta con ver algunas de sus obras como Red Social - 96%, Zodiaco - 89%, Perdida - 88%, La Chica del Dragón Tatuado - 86%, Seven, los Siete Pecados Capitales - 79% y El Club De La Pelea - 80% para comprobar su talento e ingenio al contar historias únicas en su tipo.

Otra de sus grandes disgustos tiene que ver con el término cine de autor, el cual ha confesado odiar en más de una ocasión, porque para él hacer cine es un trabajo colaborativo, como si se tratara de una articulación, y considera que es imposible atribuir el crédito por el trabajo que en realidad hicieron 20 o 100 personas a una sola.

Tomando en cuenta la particular forma que tiene David Fincher de ver el cine y el trabajo detrás de cámaras, no hay mejor cineasta -con experiencia- que él para aprender, así que a tomar nota sobre las veces en las que ha dado tips o consejos sobre la materia.

Toma toda la responsabilidad

Para el cineasta es necesario que quien está a cargo de dirigir el proyecto tome toda la responsabilidad del caso, porque si se llega a tener problemas o el filme llega a ser un fracaso será al director a quien le echarán la culpa por lo que sea que haya ocurrido. Eso lo aprendió en el rodaje de Alien³ - 44% según lo que contó a Ain’t It Cool News (vía Film School Rejects):

Lo que aprendes de eso primero, y no lo llamo “prueba de fuego", lo llamo "bautismo de fuego", es que tendrás que asumir toda la responsabilidad, porque básicamente cuando estás en un proyecto, tendrás la culpa de todo, así que mejor asegúrate de tomar todas las decisiones que llevaron a la gente a gustarle o no. No hay nada peor que escuchar a alguien decir: "Oh, ¿hiciste esa película? Me parece que apesta”, y tienes que estar de acuerdo con ellos ¿sabes?

La clave está en que después de establecerse como director que cuenta con un grupo determinado de gente que sabe hacer su trabajo, decidió aceptar en ese entonces que el estudio contrate al equipo para la película en mención, y el resultado no fue el mejor.

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Da todo lo que tienes aunque nunca sea suficiente

El director asegura que su lema de vida es “Hazlo lo mejor que puedas, trata de vivirlo”, pero no puede evitar que su lado perfeccionista tome protagonismo al asegurar que darlo todo no será suficiente porque las cosas nunca saldrán al cien por ciento como uno las quiere.

Siempre querrás las cosas mejor de lo que pueden salir. Absolutamente, mil por ciento, creo esto: cuando un director amigo mío dice: "¡Hombre, estos dailies se ve increíble!" De hecho, creo que cualquiera que piense que sus dailies se ven increíbles no comprende el poder del cine; no entiende de lo que es capaz el cine.

Analiza todo con los dos ojos

Una de las lecciones más valiosas que aprendió el cineasta cuando trabajaba en Industrial Light & Magic la contó en los comentarios del DVD de su película Seven, los Siete Pecados Capitales, donde cuenta que un director le enseñó que debe mirar cada escena con un ojo de forma individual. La razón, según lo que explicó, es que el ojo izquierdo analiza la composición ya que está conectado con el lado creativo del cerebro y el derecho se concentra en el aspecto técnico porque está conectado con el lado lógico del cerebro.

No hay algo que confirme esto, pero si dice que se lo enseñaron en ILM debe tener algo de razón.

Aprende la diferencia entre filme y película

Los términos podrán parecernos los mismos o una versión más coloquial el uno del otro, pero para David Fincher son totalmente opuestos.

Se hace una película para una audiencia y un filme para la audiencia y los cineastas. Creo que The Game es una película y creo que El Club de la Pelea es un filme. Creo que El Club de la Pelea es más que la suma de sus partes, mientras que La Habitación del Pánico es solo la suma de sus partes. No miré a La Habitación del Pánico y pensé: “Wow, esto va a prender fuego al mundo”. Estas son películas de notas al pie, películas de placer culpable. Thrillers, películas de mujer atrapada en una casa. No son particularmente importantes.

No tengas miedo, pero da un paso a la vez

Como lo comentamos, él detesta que se lo use como una marca para vender sus propias películas. Dada su reputación es lógico que el departamento de marketing de turno quiera poner en los pósters y tráilers frases como “del director David Fincher”, pero lo cierto es que eso de dar un paso a la vez lo llevó al sitio en el que se encuentra dentro de la industria.

No puedes asumir todo. Es por eso que cuando la gente pregunta cómo encaja una película en mi filmografía yo digo “no lo sé, no pienso en esos términos". Si lo hiciera, podría quedar incapacitado por el miedo... ¿Cómo se come una ballena? Un bocado a la vez. ¿Cómo se filma una película de 150 días? La grabas un día a la vez.

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