Tomatazos

En 1999, el director indio-estadounidense M. Night Shyamalan sorprendía al mundo con su película El Sexto Sentido - 85%; los primeros años del nuevo milenio siguió sorprendiendo con El Protegido - 68% (2000) y Señales - 74% (2002), pero después su estrella comenzó a apagarse y tuvo grandes tropiezos, cintas aplastadas por la crítica y que fracasaron en taquilla hasta que en 2017 volvió a destacar gracias a Fragmentado - 75%.

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En 2004, en el comienzo de su declive artístico, realizó un largometraje que dividió a los críticos y decepcionó a gran parte del público principalmente por haber sido promocionada como una película de horror y no cumplir esa expectativa. La Aldea - 43%, escrita, producida y dirigida por Shyamalan, contaba la historia de un pueblo rodeado de bosques con costumbres y tecnología salidas del siglo XIX. Los aldeanos viven con miedo por la llegada esporádica de misteriosas y monstruosas criaturas.

El principal problema que causó a gran parte de los críticos esta historia fue el final con un giro inesperado. De forma parecida a lo que sucedió con Señales - 74%, que termina con una invasión extraterrestre capaz de ser repelida con agua simple, en La Aldea hay una revelación que nadie esperaba en su momento, sin embargo está muy lejos de ser tan absurda como la de Señales.

Las cosas se complican cuando uno de los habitante del lugar es herido y alguien debe ir a buscar medicinas al mundo exterior; es entonces cuando se revela que la aldea es la creación de un grupo de adultos decepcionados con la vida por diversas tragedias que habían tenido que enfrentar; al querer vivir alejados del mundo fundaron el lugar a finales de 1970 en medio de una reserva salvaje perteneciente a la familia de Edward Walker, uno de los fundadores y quien tuvo la idea original de crear la aldea.

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El terror psicológico no fue suficiente para gran parte del público aficionado al terror, y los críticos tampoco reaccionaron positivamente en su mayoría, pero también hubo algunos que la disfrutaron y le dieron su aprobación. El score de James Newton Howard fue uno de las aspectos más elogiados y fue reconocido con un Óscar en 2005.

La Aldea, estrenada un 30 de julio de 2004 en Estados Unidos, tuvo como protagonista a una joven Bryce Dallas Howard de 23 años, y también contó con las actuaciones de Joaquin Phoenix, Adrien Brody, William Hurt, Sigourney Weaver, Brendan Gleeson, Cherry Jones, Celia Weston, Jayne Atkinson, Judy Greer y Fran Kranz, entre otros. A continuación les compartimos lo que dijeron los críticos:

Rex Reed en New York Observer:

Otra locura mediocre del sobrevalorado M. Night Shyamalan.

Desson Thomson en Washington Post:

Shyamalan ha hecho una industria de grandes giros inesperados que arroja nueva luz sobre sus lóbregos temas. Pero la gran revelación de esta película no es exactamente impactante como se suponía que fuera. En todo caso, produce un indiferente encogimiento de hombros. Oh, pensarás. Entonces de eso se trata. Ahora, ¿dónde estacionamos el auto?

Mick LaSalle en San Francisco Chronicle:

Esto es malo, un trabajo amateur con la vena superficial de profesionalismo.

Claudia Puig en USA Today:

La Aldea termina como una víctima de sus propias ambiciones. En un momento dado, Edward aconseja a Ivy: "haz lo mejor que puedas para no gritar". Eso no requiere mucho esfuerzo de nuestra parte.

Paula Nechak en Seattle Post-Intelligencer:

En su primera mitad, la película está a la altura del suspenso, dejando todo a la imaginación y ocasionalmente ofreciendo una sacudida y un gancho a algo potencialmente más profundo que las emociones superficiales. [...] En cambio, todo se desmorona en el acto final. Lo que parecía tan interesante y poco convencional acerca de la trama se aferra a un final, girando la película en una dirección forzada, apresurada e incongruente con todo lo que le precedió.

Roger Moore en Orlando Sentinel:

Es más interesante como un viaje que como un destino.

Dana Stevens en The New York Times:

La ridiculez de la película quizá no sería tan molesta si el señor Shyamalan no tomara su pantomima tan en serio, si no insistiera en vestir este tenebroso, absurdo, medianamente ingenioso cuento de hadas, con un manto de alegoría.

David Edelstein en Slate:

Ni siquiera es una buena película de miedo: la audiencia comienza a reír antes de la mitad del momento más climático de la película, cuando la heroína camina a través del bosque.

Megan Basham en National Review:

Triunfa más de lo que falla, lo cual prueba de una vez por todas que M. Night Shyamalan no es un perro de un sólo truco.

Y aquí una crítica más reciente (2016), de Lucero Solórzano en Excelsior:

Un film que se encuentra entre lo rescatable de la trayectoria de Shyamalan, en la que le apuesta a usar la ignorancia y superstición actuales para recluir en un bosque a un grupo de personas cuyos “mayores” quieren mantener alejados de seres malignos.

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