Las estadísticas dicen que durante la carrera profesional cada conductor de tren accidentalmente mata entre 15 a 20 personas. Ilija un conductor de tren de 60 años, cerca de retirarse, tiene el record de 28 muertes durante su carrera. El hijo adoptivo de Ilija, Sima de 19 años quiere seguir los pasos de su padre pero está aterrado y reacio a convertirse en un asesino. Ilija ansioso porque su hijo no ha cometido ningún accidente y no llegue hacer un buen conductor, toma el asunto bajo sus propias manos.
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