Tomatazos

Martin Scorsese es uno de los directores más aclamados de nuestro tiempo, una mente brillante que ha dado forma a varias de las películas definitivas en las últimas décadas. Su maestría es tal que incluso ha logrado fieles adeptos entre la generación Z, acaparando la atención de los medios y llevando al mundo historias magníficas a través de la lente. Pero aunque su trabajo llega a todas las salas de cine, Martin admite para Variety que no ve sus películas en exhibición por una razón muy específica: su estatura.

No te pierdas: Star Wars: Daisy Ridley dice que la ansiedad por 'Los Últimos Jedi' le causó severos problemas gástricos

Por todos es sabido que Martin Scorsese mide 1.63 metros, altura un poco menor al promedio en hombres. Numerosos comentarios se ha hecho respecto al tema (e incluso Ricky Gervais lo mencionó durante su extraordinaria presentación en los Globos de Oro 2020) y el cineasta vuelve a él a través de la pregunta que le hizo Variety en la entrevista reciente: ¿Marty, ¿asistes a proyecciones públicas de tus propias películas? Esta fue su hilarante respuesta:

Yo no hago eso. La gente habla y se mueve mucho. Soy bajito y siempre hay una persona grande delante de mí. Lo mismo ocurre con Broadway: no puedo ir al teatro. Hay alguien frente a mí y no puedo ver el escenario ni escuchar el espectáculo. Realmente disfruto Imax a medida que envejezco. Entras, puedes sentarte atrás y mirar hacia arriba. En las proyecciones periódicas, he descubierto que el público se vuelve un poco más estridente de lo que solía ser. Pero tal vez siempre será como en los años 50, cuando solíamos gritarle a la pantalla. Pero para mí es muy importante apoyar las películas mientras están en la pantalla grande. Sólo espero un rato.

Te invitamos a leer: Griselda: ¿De qué trata 'La Reina de la Cocaína', película protagonizada por Catherine Zeta-Jones?

¿Qué películas ha dirigido Martin Scorsese?

Algunas de sus obras más destacadas incluyen Taxi Driver - 98%, que explora la decadencia moral de la sociedad urbana a través de la perspectiva de un taxista alienado; Buenos Muchachos - 96%, una cruda mirada al crimen organizado en Nueva York; Los Infiltrados - 91%, un thriller policial que le valió el premio de la Academia al Mejor Director; y El Lobo De Wall Street - 78%, una sátira sobre la avaricia en el mundo de las finanzas. Scorsese es conocido por su estilo visual distintivo, que a menudo incorpora movimientos de cámara dinámicos, narrativas intensas y el uso hábil de la música para amplificar las emociones de sus personajes.

El estilo de Scorsese se caracteriza por su enfoque visceral y realista, así como por su predilección por explorar temas relacionados con la criminalidad, la redención y la moralidad. Su habilidad para construir personajes complejos y situaciones moralmente ambivalentes ha dejado una huella duradera en la historia del cine, convirtiéndolo en uno de los directores más influyentes y respetados en la industria cinematográfica.

¿De qué trata la película más reciente de Martin Scorsese?

Los Asesinos de la Luna - 94% se estrenó en octubre del año pasado y rápidamente hizo eco en las salas de cine. Basada en el libro homónimo de David Grann, la película narra la historia verídica y trágica de la comunidad indígena Osage durante la década de 1920 en Oklahoma. Después de descubrir considerables yacimientos de petróleo en sus tierras, los Osage se convierten en una de las tribus más prósperas de Estados Unidos. Sin embargo, una serie de muertes misteriosas entre sus miembros desencadena una investigación liderada por el recién establecido FBI.

A medida que se profundiza en el caso, las autoridades descubren una amplia conspiración de asesinatos, corrupción y avaricia, donde varios individuos blancos de la comunidad buscan despojar a los Osage de su riqueza y derechos. La narrativa revela las profundas injusticias enfrentadas por los nativos y su lucha en medio de un sistema sumamente corrupto.

También puede interesarte: Actor de 'Mi Pobre Angelito' es hospitalizado de emergencia y retrasa su juicio por violencia doméstica