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En una historia de portada de The Hollywood Reporter de esta semana, los creadores de Game of Thrones - 59%, David Benioff y D.B. Weiss , finalmente abordan las críticas que enfrentaron por la temporada final de la serie en 2019. La última temporada, conocida por su polarización, recibió comentarios mixtos de la audiencia y la crítica, y los creadores no escapan a la discusión.

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Benioff, al referirse a la octava temporada, admite: "Siempre esperas que a todos les encante todo lo que haces, y habría sido genial si el 100 por ciento de las personas lo hubieran amado, pero no fue así". Reconoce que las críticas negativas pueden afectar, pero destaca que sumergirse en la opinión pública puede convertirse en una obsesión. "Puedes quedar tan atrapado en la opinión pública que pasas toda tu vida buscando en Google y tratando de encontrar personas que sintieron de una u otra manera."

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Weiss agrega una perspectiva interesante sobre la retroalimentación, diciendo: "Incluso los comentarios superpositivos te hacen sentir extraño, con los dientes apretados y nervioso. Hay una cualidad adictiva en la retroalimentación, y tan pronto como la dejamos por completo —la última vez que me busqué en Google fue en 2013— el nivel de estrés ambiental en nuestras vidas bajó aproximadamente un 50 por ciento de la noche a la mañana".

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La polarización de la última temporada se tradujo en una serie de críticas de fans y críticos, quienes expresaron su descontento con las decisiones narrativas, el desarrollo de personajes y el desenlace de tramas clave. La falta de consenso sobre el destino de personajes icónicos como Daenerys Targaryen y Jon Snow generó un debate encendido en las redes sociales y más allá.

Los creadores también mencionan sus encuentros con fans en la vida real desde el final de Thrones. Aseguran que estas interacciones han sido positivas. Weiss reflexiona sobre la naturaleza diferente de las conversaciones cara a cara: "Hay una decencia subyacente cuando las personas te reconocen como persona y viceversa. Hay algo que sucede en la transición de la interacción humana a la en línea que lleva las cosas en una dirección específicamente agresiva".

No obstante, la serie final no ha escapado de críticas contundentes. Muchos argumentan que la velocidad a la que se resolvieron tramas fundamentales y la falta de desarrollo adecuado para algunos personajes contribuyeron a la insatisfacción general. La discrepancia entre la visión de los creadores y la percepción de los espectadores plantea preguntas más amplias sobre la naturaleza de las expectativas en el mundo del entretenimiento y la responsabilidad de los creadores con su audiencia.

Las críticas a la temporada final de Game of Thrones también llevaron a debates sobre la relación entre los fans y los creadores en la era de las redes sociales. La facilidad con que los espectadores pueden expresar sus opiniones ha creado un espacio para el elogio y la crítica instantáneos, a menudo sin filtros. Esto plantea desafíos únicos para los creadores que deben equilibrar su visión artística con las expectativas del público.

En resumen, mientras Benioff y Weiss enfrentaron las críticas de manera honesta, la conversación en torno a Game of Thrones y su última temporada sigue siendo compleja. La serie, a pesar de su fenomenal éxito, ha dejado una huella de división en la comunidad de fans. La relación entre los creadores y su audiencia en la era de la inmediatez y la conexión digital plantea preguntas fundamentales sobre la intersección entre la visión artística y la recepción pública.

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