Tomatazos

La película Había una vez en... Hollywood - 94% de Quentin Tarantino, ambientada en el Hollywood de finales de la década de 1960, generó un amplio debate debido a su representación de la leyenda de las artes marciales, Bruce Lee. En una escena particular, el personaje de Brad Pitt, Cliff Booth —un doble de riesgo ficticio—, tiene un enfrentamiento con el actor chino, interpretado por Mike Moh, en el set de una película. Durante este enfrentamiento, Lee es presentado como un individuo arrogante y fanfarrón, que afirma que podría "dejar paralítico" a Muhammad Ali / Cassius Clay. La pelea entre ambos personajes resulta ser equilibrada, lo que sugiere que Booth podría estar a la par con el habilidoso artemarcialista. No obstante, lo que molestó a Shannon Lee, la hija de Bruce, y a muchas personas que lo conocieron en persona, no fue que lo derrotara otro personaje, sino que se le retratara como un arrogante de lo peor.

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Para empezar, Bruce Lee es venerado no solo como un ícono del cine, sino también como un innovador en las artes marciales. Su filosofía, habilidades y la forma en que desafió las nociones preconcebidas sobre los asiáticos en el cine de Hollywood le han otorgado un estatus casi mítico entre sus seguidores y admiradores. Por ello, verlo retratado de una manera que muchos consideraron despectiva o, al menos, inexacta, causó malestar. Ahora Shannon Lee, quien desde 2019 fue una de las voces más prominentes en criticar la película, asegura que esa imagen errónea de su padre ha sido difundida por hombres blancos, a los que Tarantino seguramente les creyó.

Desde hace años Shannon afirma que la representación de su padre en Había una vez en... Hollywood es un "retrato caricaturesco" y que se sentía desconsolada al ver a alguien tan importante para ella y para muchos otros siendo reducido a un personaje arrogante y ridículo. Según Shannon, su padre nunca habría actuado con el tipo de arrogancia mostrada en la película.

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En entrevista con The Telegraph (vía Variety), Shannon dice que los hombres blancos han difamado a su padre:

Nunca conocí a [Tarantino]. No sé qué problemas tiene con mi padre. Claramente piensa que mi padre es genial, porque ha tomado prestado bastante de él. Pero al mismo tiempo, creo que le han contado muchas historias personas que se encontraron con mi padre y tuvieron una reacción negativa. Lo encontraron demasiado confiado o arrogante. Debo decir que, según mi experiencia, las historias provienen principalmente de hombres blancos. Creo que a Quentin le habrán contado muchas de esas historias y las cree. Creo que mucha gente veía a mi padre como un engreído.

Por otro lado, Tarantino no se ha retractado de su representación. Defendió la escena argumentando que, aunque Bruce Lee fue sin duda un gran luchador, la idea detrás de la escena era mostrar que Cliff Booth era un individuo excepcionalmente resistente y capaz. Tarantino también mencionó que su representación de Lee estaba basada en relatos de personas que trabajaron con él y que describieron a Lee como alguien seguro de sí mismo y, en ocasiones, arrogante.

El debate sobre esta escena refleja la complejidad de abordar figuras históricas en el cine, especialmente cuando se mezclan hechos reales con ficción, y a eso hay que añadir el hecho de que la sinofobia ha estado tan presente en Estados Unidos como casi cualquier otro tipo de discriminación, por lo que no se puede descartar por completo que haya cierto raacismo detrás de quienes difaman a Bruce. El descontento generado por Había una vez en... Hollywood subraya la responsabilidad que tienen los cineastas al retratar a personas reales, así como el profundo impacto que estos retratos pueden tener en la percepción del público y en el legado de dichas personas.

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