Tomatazos

Robert Eggers tomó por sorpresa a los críticos y fanáticos del terror con el estreno de La Bruja - 91%, cinta que también impulsó la carrera de Anya Taylor-Joy, y fomentó la ola de horror elevado que todavía se aprovecha en estos momentos. Con su gusto por los temas históricos y su actitud perfeccionista, el creador ha entregado obras importantes que encantan a los expertos, dividen al público y siempre generan altas expectativas. Su visión para Nosferatu - 97% es una de las más esperadas para el próximo año, pero parece que la filmación ha sido todo un reto personal.

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Con La Bruja, el director se dio cuenta de que valía la pena cumplir en lo posible con la ambientación de sus historias, algo que repitió con éxito en El Faro - 96%, donde Robert Pattinson y Willem Dafoe llegaron a extremos impresionantes para cumplir con sus personajes. El Hombre del Norte - 87% no fue la excepción, pues el director quería hacerle justicia a la mitología nórdica y a la época, por lo que Alexander Skarsgård pasó meses entrenando para hacerle justicia al protagonista.

Por este tipo de compromisos es que todos esperan ver la nueva versión de Nosferatu, pues además de tomar el riesgo de abordar un clásico de la industria, Eggers también espera crear algo nuevo siguiendo su propio estilo y explorando esas cualidades que ya estaban en la obra original, pero no se pudieron explotar en ese momento por falta de recursos y avances tecnológicos. El proyecto es realmente personal para el creador, lo que también complica mucho la producción misma que le tomó tantos años levantar.

Bill Skarsgård y Lily-Rose Depp protagonizarán esta versión, pero la visión de Eggers no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que Anya Taylor-Joy y Harry Styles iban a ser los protagonistas y hasta estaban listos para viajar y comenzar la filmación, pero todo se derrumbó de un momento a otro y el director tuvo que comenzar de cero. El también guionista debe su amor al terror a Nosferatu, pues fue la cinta que lo impactó y cambió su vida, por lo que se obsesionó con ella desde el comienzo. En la escuela incluso montó una adaptación, y siempre supo que quería hacer un remake como homenaje, prueba de su amor y clara evidencia de su crecimiento como artista.

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Siendo algo tan personal, Eggers no se rindió ante las adversidades, aunque estuvo a punto de hacerlo en varias ocasiones convencido de que el espíritu de F.W. Murnau no quería que hiciera el remake. Luego de años de incertidumbre y ansiedad, el director por fin está filmando su versión de Nosferatu, pero el trabajo ha probado ser bastante difícil. En entrevista con Empire, el creador reveló:

Estoy tratando de ir más allá de lo que soy capaz. Como siempre, fue un rodaje difícil. Anoche estábamos filmando una escena en un barco con mucha lluvia y olas, y el deflector de lluvia, que trata de expulsar la lluvia de la lente, se estaba rompiendo y empañando. Pasé los últimos días trabajando solo con marineros rusos en un barco.

Con estas palabras queda claro que el directo volverá a hacer algo muy realista, terrenal y crudo a pesar de su premisa fantástica, algo que él sabe equilibrar muy bien, especialmente tras la filmación de El Hombre del Norte:

Estoy muy feliz de haber hecho El Hombre del Norte primero y de haber aprendido lo que aprendí.

Robert Eggers lleva más de una década esperando el momento perfecto para su remake, y aunque las pausas y las producciones caídas le provocaron mucha ansiedad, reconoce que en esos momentos tal vez no contaba con el talento y la experiencia suficiente para cumplir con lo que él quería:

Cuando pienso en el plan de producción de Nosferatu que tuvimos la primera vez, estoy seguro de que de alguna manera lo habría sacado con esfuerzo, pero es difícil no imaginar que fuera un fracaso.

Con más experiencia para manejar presupuestos altos y una buena reputación dentro de la industria, Nosferatu podría ser un gran éxito para Eggers, uno que le permitiría reparar el daño causado por la pobre taquilla de El Hombre del Norte y que eleve todavía más su nombre dentro de la historia del género de terror.

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