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Tras la realización un largo proceso judicial, el actor mexicano Pablo Lyle finalmente ha recibido sentencia por homicidio involuntario. Una jueza de Miami, Estados Unidos, finalmente dio con la sanción que tendrá que cumplir luego de haber golpeado a un hombre de 69 años durante su visita a esa ciudad en 2019. Las lesiones resultaron en la muerte de este individuo y por ella se le imputo el ya mencionado cargo.

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Durante su audiencia de sentencia, y tras haber pasado cerca de tres años en prisión para llevar su proceso, Pablo Lyle recibió la condena de cinco años en una prisión estatal estadounidense y luego deberá pasar 8 de libertad condicional y 500 horas de servicio comunitario, y se le tomará en cuenta el tiempo que lleva en la cárcel. Estrella de películas como Mirreyes contra Godinez - 60%, su carrera fílmica en nuestro país se encontraba apenas despegando cuando en marzo de 2019 provocó la muerte de un ciudadano estadounidense.

Su nombre era Ricardo Hernández, de ascendencia cubana. Ambos, él y Lyle tuvieron un altercado, tras un error vial mientras el segundo intentaba llegar al aeropuerto de Miami. Luego de una breve discusión, para la que ambos salieron de sus vehículos, fue el mexicano quien le propinó un puñetazo en la cara, el cual noqueó al hombre de 63 años, quien terminó en el hospital y más tarde murió a causa del traumatismo.

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Lyle, desde entonces, aseguró que sus acciones sólo tuvieron como propósito su defensa personal y la de su familia, con quienes se encontraba ese día durante el altercado. El trabajo de sus representantes sirvió de poco pues en octubre del año pasado el veredicto lo encontró culpable de homicidio involuntario. Su equipo legal solicitó un nuevo juicio en respuesta, pero no tuvieron éxito.

Durante la audiencia de sentencia, los familiares de Hernández recordaron lo duro de su deceso. Por su parte, Pablo Lyle trató de apelar a la jueza Marisa Tinkler Mendez y pidió una disculpa por sus acciones, las cuales recordó no tenían como propósito quitarle la vida a nadie. No obstante, el fiscal del caso pidió la pena máxima que, en esa jurisdicción, es de 15 años tras las rejas.

El proceso ha sido también muy difícil para los familiares de Lyle, pues los costos de su defensa y de tener que mantenerlo en una cárcel estadounidense han representado gastos considerables. Esto los llevó a crear un sitio en línea para recolectar fondos que les ayudaran a sobrellevar la disputa legal en el extranjero. Su esposa, Ana Araujo, estuvo presente en la audiencia y recordó a la jueza que su marido jamás había sido una persona violenta.

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