Tomatazos

El fat shaming, o el avergonzar a otros por su peso, fue una de las razones principales por las que la actriz Kate Winslet pudo haber tenido una carrera muy diferente. La ganadora del Óscar se ha referido en más de una ocasión a los comentarios que recibió a lo largo de los años, especialmente cuando empezaba a destacar en sus primeros papeles en el cine, donde los medios y la propia industria la hicieron sentir que ser ella misma no era suficiente para seguir. Ella nunca dejó su ambición a un lado, pero en el proceso tuvo que escuchar o leer que debía contentarse con “papeles para mujeres gordas”.

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Un mayor escrutinio público apareció con su protagónico en Titanic - 88%, un éxito de taquilla y también de premiaciones cinematográficas, que llevó tanto su carrera como la de Leonardo DiCaprio a lo más alto. Sin embargo, interpretar a Rose desafortunadamente incluyó comentarios negativos hacia su aspecto físico, aunque al final ella sonrió puesto que muchos no le auguraron éxito ya que aseguraban que debía contentarse con roles de segunda ya que “con algo de suerte gustarían de su actuación.”

Si bien es cierto que el que ríe al último ríe mejor, aparecer en la cinta de James Cameron igual trajo consigo críticas hacia su cuerpo, particularmente en una de las escenas más famosas del filme: la muerte de Jack Dawson por hipotermia, sin que su cuerpo fuera encontrado. En la escena, se puede ver a Rose flotando encima de una puerta y al final él se hunde como el barco en lugar de compartir un espacio en aquella puerta. La escena sigue siendo polémica luego de tantos años, ya que muchos aseguran que deberían haber compartido el espacio.

Pero allí es cuando regresa el fat shaming hacia la actriz y su personaje. Al parecer a la gente no le importó que Jack decida dejar a Rose allí para asegurarse de que sobrevivirá, sino que la culpan por ser gorda y no permitir que él pueda encontrar un lugar junto a ella. La actriz visitó recientemente el podcast Happy, Sad, Confused donde dijo que aparentemente estaba demasiado gorda al referirse sobre por qué el personaje de DiCaprio no pudo flotar junto a ella en la puerta (vía The Hollywood Reporter).

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Eran tan malos. Ni siquiera estaba jodidamente gorda. Si pudiera hacer retroceder el reloj, habría usado mi voz de una manera completamente diferente… Les habría dicho a los periodistas, les habría respondido, les habría dicho: “No se atrevan a tratarme así. Soy una mujer joven, mi cuerpo está cambiando, lo estoy descubriendo, soy profundamente insegura, estoy aterrorizada, no hagas esto más difícil de lo que ya es". Eso es intimidación, ya sabes, y en realidad roza lo abusivo, diría yo.

Luego dijo en la misma entrevista que siente que en la actualidad la forma en que las personas se refieren a los cuerpos de las mujeres, y en este caso de las actrices, está mejorando pero que aún hay un largo camino por recorrer. Allí mencionó que no existen los cuerpos perfectos y que todos deben ser apreciados como son:

Es algo tan irresponsable de hacer y alimenta directamente a las mujeres jóvenes que aspiran a ideas de perfección que no existen. Solo desearía que no hubiera tantos comentarios sobre la forma física de las actrices… Ya sabes, los cuerpos son cuerpos. Todos son hermosos sin importar cómo sean y con lo que vengan, ya sabes. Todavía me parece un poco loco. Definitivamente creo que podemos hacerlo mejor con esas cosas.

Lo último que supimos de Kate Winslet en este aspecto fue que, justamente, pidió que su cuerpo no sea alterado en absoluto durante algunas escenas de la serie Mare of Easttown - 90%. Por su actuación en dicha producción se llevó un Emmy.

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