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El público se ha acostumbrado tener a Batman como un personaje con un notable contraste entre su realidad y su alter ego. Siempre su objetivo como héroe es que su identidad pase desapercibida por su trabajo como justiciero anónimo, sobre todo porque es un miembro de la alta sociedad que debería cumplir con ciertas expectativas ante la sociedad. Siempre se ha visto a Bruce Wayne como un hombre que aparenta ser un playboy, pero la realidad es que siempre ha enfrentado un enorme vacío.

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El momento en que se quita la máscara en películas como Batman Regresa - 81%, Batman Inicia - 84% o Batman vs Superman: El Origen de la Justicia - 27%, así como muchas otras adaptaciones, de inmediato deja de ser el caballero de la noche para volver a ser el famoso millonario. Para el público que es demasiado observador, suele causar cierto ruido el hecho de que al momento de usar la máscara sus ojos están pintados de negro, y en cuanto se quita la capucha el maquillaje desaparece.

Se entiende que no va a andar por la vida con los ojos pintados, pero incluso el Bruce de Ben Affleck tiene algunas escenas con el traje puesto sin la máscara y su rostro está limpio, algo que no tiene sentido en absoluto. Un pequeño detalle que se volvió común a lo largo de todos estos años, rompió con cualquier posibilidad de darle realismo a las películas, aunque nunca fue algo que preocupara en una cinta de superhéroes.

Ahora con la versión de Matt Reeves, se buscó llevar al espectador a una experiencia más realista sin dejar de lado el popular traje, pero ahora cada detalle está justificado aportando verosimilitud a la trama. Si algo ha destacado en la interpretación de Robert Pattinson desde que se compartieron las primeras imágenes de la película, es su aspecto emo, por lo que el detalle del maquillaje en los ojos no sólo le da sentido a la transición de Batman a Bruce Wayne, sino que permite al espectador profundizar un poco más en lo que enfrenta emocionalmente el protagonista.

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Ahora, con motivo del tan comentado maquillaje en Batman - 85%, la diseñadora del mismo, Naomi Donne, conversó con Polygon acerca de lo que se buscaba con ese look y cómo se logró.

Matt [Reeves] estaba muy interesado en que quedaran restos [del maquillaje de los ojos] cuando se quitara la capucha. Así que lo hicimos. De hecho, quitamos la capucha y miramos lo que quedaba, y usamos eso. Es realmente difícil quitarse el maquillaje de ojos negros, y aprovechamos eso. […] Para iluminarlo, usamos este pigmento ligeramente brillante para darle un poco de luz, de modo que reflejara las luces de la misma manera que lo habría hecho su traje de murciélago.

La prensa mencionó en varias de sus críticas que el aspecto emo de Batman estaba en perfecto equilibrio, lo que Donne logró con una mezcla de pigmento, delineador de ojos cremoso, y maquillaje líquido. Por otro lado, así como Matt Reeves ya dejó claro que tuvo mucha inspiración con la música de Nirvana para la creación del personaje, la maquillista explicó que funcionó igual a la hora de crear el maquillaje que usaría Pattinson, y en general el look de Bruce está basado en la imagen de Kurt Cobain.

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Finalmente, explicó que parte de la magia del maquillaje es que no necesitaba ser perfecto, sino que en ocasiones se ve corrido, a veces más manchado o incluso más marcado de un lado que del otro y, de algún modo, esto además de darle realismo, se convirtió en la transición perfecta de Batman a Bruce, su confusión, su enojo. No se trató de un cambio radical entre el héroe y el hombre como estábamos acostumbrados a verlo.