Keanu Reeves ha logrado armar una carrera actoral diversa en 30 años con una consistencia que pocos colegas de profesión pueden presumir. Con un perfil discreto y alejado de los grandes reflectores, el nacido en Líbano y con sangre portuguesa, hawaiana, china e inglesa ha tenido sus altas y bajas, pero ha sabido reinventarse en numerosas ocasiones y hacer más con sus papeles de lo que varios podrían dar crédito.
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Sus orígenes en comedias juveniles como La Magnifica Aventura de Bill & Ted - 
79%, dramas como My Own Private Idaho (1991) y el cine de acción como Point Break - 68% han dotado de una diversidad colorida a la carrera del Reeves. Por supuesto, es este último género el que ha dado al señor Neo sus mayores triunfos fílmicos, con la trilogía Matrix - 87% y las recientes entregas de Otro Día Para Matar - 85% como testamento a su adaptabilidad a las historias de golpe, patada y plomazos.
John Wick 2 ya tiene calificación en el Tomatómetro
Otro papel, como su breve pero jugosa participación en El Demonio Neón - 57%, donde interpreta a un despreciable encargado de motel, muestra a un actor dispuesto a correr riesgos y a salir de zonas de confort. Para Reeves, el glamour de Hollywood es poco o nada atractivo y se puede ver que su naturaleza estoica y reservada que proyecta en pantalla es un reflejo de su personalidad. Es conocido que el actor rehuye a los grandes eventos de la farándula, a las fiestas y demás ceremonias pomposas. Ha sacrificado parte de su salario para poder trabajar con gente como Al Pacino y Gene Hackman, así como obsequiar motocicletas Harley Davidson a miembros del equipo de stuntmen en las secuelas de Matrix.
El siguiente video repasa la carrera del actor desde su debut como actor hasta llegar a John Wick 2: Un Nuevo Día para Matar - 89%, la cual ha generado críticas positivas y vuelven a colocarlo como un actor relevante en el séptimo arte.
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