Tomatazos

La industria cinematográfica ha sido testigo de muchas producciones envueltas en tragedias y mitos, pero ninguna sacudió el mundo del entretenimiento como lo ocurrido durante la producción de la película El Cuervo - 82%. A continuación, profundizaremos en los antecedentes de la película, y discutiremos en el trágico evento que ocurrió en el set, explorando las teorías e historias que surgieron en torno al incidente que terminaron con la vida de Brandon Lee.

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El cuervo es una película basada en la serie de cómics creada por James O'Barr . La historia gira en torno a Eric Draven, un músico que es resucitado por un cuervo místico después de que él y su prometida fueran brutalmente asesinados. En busca de venganza, Eric se convierte en una fuerza vengadora contra los criminales responsables de su gran pena. La cinta tenía como objetivo capturar la esencia oscura y atmosférica de la serie de cómics y, al mismo tiempo, ofrecer una narrativa convincente en la pantalla grande.

O'Barr encontró consuelo y una salida para su dolor tras la trágica pérdida de su prometida a manos de un conductor ebrio al escribir El cuervo. Sin embargo, cuando presentó su proyecto a un importante estudio, la visión de la película tomó un giro inesperado, pues se le propuso convertir la historia en un musical con Michael Jackson como protagonista.

Buscando a Eric Draven

En el libro, The making of The Crow de la periodista Bridget Baiss, se relata a detalle cada una de las etapas de la creación de este mítico filme. Pero antes de dar paso a la producción, el proyecto necesitaba una estrella. Desde luego, contar con un nombre conocido en el protagónico incrementaba las posibilidades de éxito y comercialización de la cinta.

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Durante estas etapas iniciales, se barajaron diversos nombres, entre ellos Christian Slater, Johnny Depp, River Phoenix y el cantante y guitarrista de rock Charlie Sexton. Sin embargo, no se realizaron propuestas formales a ninguno de estos actores conocidos ni a otros que se consideraron en el proceso, ya que, según palabras de Jeff Most, productor de la película: "Cuando concluimos el guión, la única oferta que hicimos fue para Brandon".

A pesar de que aún albergaban ciertas reservas y deseaban contar con una estrella de renombre, al observar la película previa de Brandon Lee, Furia de venganza, quedaron impresionados al descubrir que no solo poseía un carácter fuerte, sino que también emanaba la sensibilidad requerida para el rol. De acuerdo a Baiss: "Realmente parecía encarnar la amplia gama de talentos que necesitábamos para el papel. No sólo necesitábamos a un actor competente, sino que requeríamos a alguien que no se limitara a ser una máquina de matar; necesitábamos a alguien por quien el público realmente sintiera afecto".

La presencia física del actor era imperativa, en gran parte debido a elecciones previas en relación al guión, por lo cual uno de los aspectos centrales en El cuervo, es que este debía poseer la fuerza equivalente a la de diez hombres. El estilo de lucha que se veía en los cómics era casi como un ballet acrobático, pues sin tratarse de artes marciales en el sentido tradicional, necesitaban a un atleta. Un superhéroe místico en toda regla.

Pero el mismo héroe tenía sus matices. Después del fallecimiento de su padre, Brandon luchó con episodios de ira, asistiendo y abandonando diferentes escuelas en el sur de California. Eventualmente, se unió a la Academia Kali y conoció a Jeff Imada, un artista marcial y especialista en acrobacias que se convirtió en su amigo. Brandon persiguió una carrera actoral y participó en Kung Fu: La Película y en un episodio de la serie de televisión O'Hara. Su objetivo era establecerse como actor, sin que su fama estuviera ligada únicamente a ser el hijo de la leyenda, Bruce Lee.

Muchos de los amigos de Brandon, incluido Imada, quien terminaría siendo central en esta última etapa de su vida, conocían el cómic. Tan pronto como Lee escuchó que podría estar en la película, se lo contó emocionado a su amigo y le dijo: "Hay un par de cosas por venir, pero una de ellas realmente creo que va a ser genial. Es de un cómic. Este tipo tiene una fuerza sobrehumana, pero aún así, será diferente, porque el tipo no puede morir”.

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La producción, dirigida por Alex Proyas y diseñada por Alex McDowell, enfrentó importantes desafíos cuando comenzaron a filmarse. La atmósfera única de la película requirió rodajes nocturnos con lluvia artificial continua, una tarea que se volvió particularmente desafiante debido al clima gélido de febrero en las calles traseras del estudio en Wilmington, Carolina del Norte. La primera noche de rodaje sumergió al elenco y al equipo en una terrible experiencia, con temperaturas que cayeron a unos escalofriantes -8°C, acompañadas por un implacable factor de sensación térmica.

Si bien la mayoría de los miembros del equipo estaban abrigados para protegerse, la estrella de la película se encontraba únicamente vestido con jeans y un traje de algodón negro. A pesar de las duras condiciones, Lee mostró una dedicación notable y nunca se quejó del frío extremo. Como testimonio del compromiso de Lee con su papel, este llevó a cabo un gélido experimento unos días antes de que comenzara el rodaje. En equipo con Imada, Lee simuló cómo se sentiría regresar de entre los muertos sumergiéndose en hielo. Esta experiencia autoimpuesta, sin embargo, resultó ser menos desafiante que las condiciones reales del set de la película.

No obstante, la producción no escatimó esfuerzos para garantizar la comodidad de su protagonista en medio de las terribles condiciones. A una distancia cercana se encontraba una ambulancia con calefacción, lista para proporcionar calor entre tomas. Sin embargo, incluso la ambulancia tuvo dificultades para mantener el calor en el lugar.

Buenas aves, mal agüero

Uno de los aspectos más destacados del rodaje fue el empleo de aves vivas, dirigidas por Larry Madrid, un experimentado entrenador de animales. Los pájaros tuvieron que soportar las condiciones heladas, en incluso durante una toma, las alas de un pájaro se congelaron, impidiéndole volar temporalmente. Después de un rápido deshielo y secado, el cuervo se recuperó.

Pero estas aves se encontraron envueltas en una serie de incidentes que dejaron asombrados tanto a los creyentes como a los escépticos. El director de fotografía de la segunda unidad, Ken Arlidge, compartió un fascinante encuentro con un adivino de Los Ángeles quien le reveló cartas con un cuervo y la palabra "Magia". Lo que no sabía era que pronto trabajaría con un cuervo llamado Magic, que se convertiría en una estrella del set.

Magic, entre los cinco cuervos traídos al set por Madrid, destacaba como favorito por su excepcional actuación. El elenco y el equipo quedaron impresionados con la capacidad del ave para recoger objetos y volar bajo la lluvia. Por su parte, Lee pasó tiempo estableciendo vínculos con las aves, generando su confianza y garantizando su comodidad. Esta colaboración resultó en que los pájaros se posaran en su hombro y volaran en perfecta sincronización con sus movimientos.

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A pesar de las difíciles condiciones de rodaje, los cuervos se desempeñaron consistentemente sin mostrar signos de agotamiento. Madrid enfatizó que los pájaros disfrutaban de su trabajo y lo consideraban un juego. Pero a diferencia de los artistas emplumados, el equipo humano enfrentó su propio conjunto de desafíos y tensiones durante la producción.

El primer día de rodaje no estuvo exento de accidentes. El carpintero Jim Martishius sufrió quemaduras graves después de chocar accidentalmente contra cables eléctricos activos y sobrevivió milagrosamente con heridas extensas en su cuerpo. Además, un camión de equipo nuevo perteneciente al actor W.C. 'Chunky' Huse fue devorado por las llamas cuando se encendió una manta en su puerta.

Las largas jornadas laborales y las condiciones climáticas extremas afectaron la salud y la vida personal de los miembros del equipo. Algunos afirmaron que la producción continuó rodando en horario nocturno en interiores debido a la preferencia artística de algunos miembros clave del equipo, a pesar de las quejas de agotamiento del personal de apoyo.

La calma antes de la tormenta

Para lidiar con el estrés, el equipo a menudo socializaban fuera del escenario realizando diversas actividades, como bolos, billar y ping-pong. Brandon Lee era conocido por su habilidad en el tenis de mesa y el billar, siendo descrito como un individuo competitivo pero amigable que aportó energía positiva al set. El compromiso de Lee con el papel de Eric Draven era evidente y pretendía convertirlo en un punto de inflexión en su carrera. En su libro, la experta en las adaptaciones de El Cuervo, insinúa que la boda de Brandon Lee con Eliza Hutton estaba en puerta, por lo que el equipo celebró su relación tras bambalinas.

Durante el rodaje del 31 de marzo de 1993, se produjo la tragedia cuando Brandon Lee perdió la vida. Estaba escrito que su personaje, Eric Draven, recibiría un disparo en una escena en particular, pero debido a un mal funcionamiento con la munición de fogueo, un proyectil fue lanzado desde el arma, golpeando fatalmente a Lee en el abdomen. Hasta hoy, esta es considerada una de las mayores tragedias en la historia de Hollywood.

Mientras el equipo se apresuraba a prepararse para una noche de filmación, Brandon llamó a su madre, compartiéndole su entusiasmo por la inminente boda y expresando alivio porque los disparos en el set estaban por concluir. Nadie sabía que esta sería la última vez que Brandon hablaría con su madre y terminaría la llamada con un cariñoso: "Adiós Momzo, te amo".

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Era momento del rodaje de una escena crucial: el flashback que representa el asesinato de Eric Draven y el desgarrador destino de su prometida, Shelly Webster. La escena fue fundamental para toda la historia y todos los involucrados sintieron su peso emocional en su realización. Pero la premura, la negligencia y la mala fortuna orquestaron la desgracia.

En el set, los planes para el personaje de Lee fueron cambiados. Inicialmente, el guión indicaba un apuñalamiento, pero luego se decidió que le dispararían a través de una bolsa de supermercado. Este ajuste generó preocupaciones sobre el uso de un chaleco antibalas. Si bien se produjo el debate sobre si Brandon debería usarlo, finalmente permaneció sin él, ya que se consideró innecesario para la escena.

Estas decisiones, junto con cambios de último momento y un escenario caótico, crearon una atmósfera de incertidumbre entre el elenco y el equipo. Cerca de la medianoche, nadie anticipó la tragedia que pronto se desarrollaría. La tragedia inimaginable se había cruzado en sus destinos sin saberlo. Algo que cambiaría para siempre a Hollywood y las vidas de los involucrados.

Receta para la catástrofe

Cuando tiene lugar algún tipo de explosión o disparo durante el rodaje de una película, se deben explicar las implicaciones a todos los presentes. A los miembros de producción reunidos se les dijo que se dispararía una bala de fogueo con el arma, la Magnum 44 del personaje de Funboy con mango blanco, pero que haría mucho ruido debido a la cantidad de explosivos el ella. La decisión sobre cuánto explosivo poner en un arma que disparará balas de fogueo en una película depende del efecto deseado.

El director había decidido que quería ver no sólo un retroceso realista del arma, sino también algo de humo y un destello de llama en el cañón. Por lo tanto, el arma debía cargarse con una carga completa, la cantidad equivalente de pólvora contenida en una bala real, y la punta de la bala reemplazada por guata. Esta decisión aparentemente intrascendente de tener una carga completa en el arma resultaría fatídica.

Brandon Lee, resultó así herido mortalmente en el set. Inicialmente, su caída contra la pared generó confusión debido a su reputación de bromista. Sin embargo, pronto quedó claro que algo andaba muy mal cuando Brandon no respondió. El médico del set sospechó una lesión en la columna o la cabeza por la caída, pero tras un examen más detenido, descubrieron un agujero en la camiseta y el abdomen de Brandon. A pesar de que no existía un sangrado visible, se determinó que el actor había sufrido una herida de bala. Mucho de este desconcierto se debió a que la sangre falsa utilizada en la escena inicialmente enmascaró la gravedad de la lesión.

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Lee fue entonces trasladado al New Hanover Regional Medical Center de Wilmington, Carolina del Norte. Ahí, el actor fue sometido a una cirugía de más de cinco horas. No obstante, Brandon Lee fallecería por el daño hecho por la bala en sus órganos vitales. Más tarde, el metraje de la toma fatal fue utilizado como evidencia en la investigación de la policía. Sin embargo, en un gesto de respeto hacia Lee, el director de la película, Alex Proyas, quemó personalmente dicho material una vez concluido el proceso legal.

De esta manera, las circunstancias que rodearon la muerte de Brandon Lee fueron el resultado de una serie de errores y negligencias en el manejo y preparación del arma de utilería utilizada en la escena. Finalmente se dictaminó que un fragmento de una bala falsa se había alojado en el cañón del arma, lo que provocó la expulsión del proyectil. Como resultado, el incidente provocó cambios significativos en los protocolos de seguridad dentro de la industria cinematográfica y enfatizó la necesidad de mejorar la capacitación y regulaciones más estrictas con respecto al uso de armas durante el rodaje.

Esta tragedia dio lugar a multitud de mitos e historias, que iban desde afirmaciones sobrenaturales como na maldición sobre los Lee hasta teorías de conspiración. Un mito frecuente era que la película estaba maldita debido a su tema oscuro, mientras otros afirmaron que el espíritu de Brandon Lee rondaba el set. Algunos incluso creyeron que las imágenes de la película capturaban el momento real de su muerte. Estas historias cautivaron la imaginación del público y quedaron arraigadas en el legado de la cinta.

Para finalizar la filmación, el equipo tuvo que realizar cambios sustanciales en el guión y utilizar suplentes, dobles de cuerpo y efectos visuales para solventar la ausencia de Lee y con ello justificar la ausencia ocasional de Draven en ciertas partes de la historia. Asimismo, se modificaron distintas escenas para eliminar la violencia gráfica y realzar el núcleo emocional de la película.

Cuando la película finalmente llegó a los cines, su campaña promocional y su presentación fueron cuidadosamente orquestadas para centrarse en los méritos artísticos de la película más que en la tragedia que rodeó su producción. Miramax optó por una campaña enfocada en los elementos místicos de la película. Y es que más allá de su muerte, El cuervo representó un momento crucial en la carrera de Brandon Lee, debido a que permitió mostrar su talento como actor bajo una luz diferente.

Al final del día esta película que desafía los límites entre ficción y realidad, sobre todas las cosas cuenta una historia de amor detrás de cámaras al ser una prueba irrefutable del compromiso del actor con el proyecto. Esta se ha convertido en un tributo a la pasión y dedicación del intérprete, quien puso todo de sí para realizar esta película de culto.

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