Tomatazos

El territorio y la identidad son las dos vertientes que configuran la filmografía de Sergio Flores Thorija, cineasta mexicano egresado de la Film Factory, la escuela fundada por Béla Tarr en Bosnia y Herzegovina. Tras filmar en Sarajevo su ópera prima 3 mujeres o (despertando de mi sueño bosnio), el escenario para su segundo largometraje, Travesías - 70%, es uno más cercano: la frontera de Tijuana con Estados Unidos, el lienzo ideal para explora los contrastes sociales en los límites entre ambos países, donde se trastocan identidades y anhelos. El equipo de Tomatazos tuvo oportunidad de conversar con el director sobre su nueva película, la decisión de filmar en la frontera y su trabajo con actores no profesionales.

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Travesías sigue a Alejandra (Alejandra Carrillo) y Víctor (Víctor García), dos personas que viven bajo circunstancias contrarias en una ciudad que debería ser una, pero que se encuentra dividida en dos por un muro: Tijuana y San Diego. Ella subsiste colocando uñas, en una maquila y bailando en un bar; él estudia negocios y está levantando su propia empresa. A raíz de una llamada telefónica y un altercado en un antro, ambos tienen que emprender un viaje hacia el otro lado de sus respectivas fronteras. Pronto, la distancia con sus lugares de origen sentencia la forma en que enfrentan sus vidas.

Con una visión del cine como un trabajo colaborativo, Sergio Flores Thorija mencionó que Travesías - 70% es resultado de una serie de experiencias, personas, pero sobretodo, de sentirse un extraño en una cultura diferente, algo que experimentó tras su estancia de cuatro años en Bosnia y Herzegovina. Deseando filmar este trabajo en México, el director encontró en la frontera de Tijuana el espacio perfecto para indagar en ese sentimiento gracias a sus características:

La frontera inmediatamente se hizo la locación perfecta para la peli, porque ahí no te tienes que ir al otro lado del mundo como yo lo hice para sentirte un extraño, porque, literal, te vas tres cuadras al norte o tres cuadras al sur y, de repente, estás en un universo con una forma de pensar diferente, con una estética visual diferente, una economía diferente, cultura diferente, sueños… todo. Tijuana es una ciudad única, tiene el punto más norte del país, tiene una mezcla de gente de todo el mundo, hay comunidades enormes del Caribe, de Centroamérica, de Asia, y hay una retroalimentación brutal de ambos lados. También es interesante que está junto a San Diego que es una ciudad de mucho dinero, pero literal, Tijuana es una ciudad partida en dos por una pared artificial que creó el ser humano únicamente por razones económicas. Entonces, Tijuana era perfecta para eso.

Hablando sobre su proceso creativo, el director compartió que su método no es escribir un guion, sino acercarse a la realidad que plasmará en su largometraje:

Yo tenía un sentimiento [el sentirse extraño], y parte de mi método es que me voy a vivir a la ciudad en la que filmo como si fuera sujeto de estudio. Viví allá [Tijuana] casi tres años, y todo lo que ves en la peli es lo que yo viví y lo que yo sentí, lo que me contaron cientos de personas a las que entrevisté, la vida personal de los actores (…). La película es un hibrido de este sentimiento, de lo que yo tenía en Bosnia, de lo que vi en Tijuana…

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El rol de los actores, como adelantó Sergio Flores Thorija, va más allá de estar frente a la cámara, de hecho, Alejandra Carrillo y Víctor García, así como el resto de la plantilla, son actores “naturales” o no profesionales, además, talento tijuanense. Estas son las razones por las que prefiere trabajar con no actores:

De entrada, siento que me ayudan mucho porque son caras que el espectador nunca ha visto, siento que es más fácil conectar con ellos, que le creas. (…) El ver caras nuevas siento que ayuda a que el espectador conecte con los personajes. Y en realidad, Alejandra y Víctor -los que ves en la peli-, ellos no están actuando, sus vidas no son idénticas a las de la peli, pero ellos reaccionan tal cual Alejandra y Víctor reaccionarían en la vida real. entonces, son ellos en la película. Es como una filosofía diferente acerca de la actuación y acerca del cine.

A lo largo del metraje podemos presencias varios planos secuencia notables, si bien podría percibirse como una marca de estilo, es más una decisión narrativa:

Para mí es muy importante utilizar la cámara y los recursos del lenguaje cinematográfico para decir más cosas. La cámara no solo está ahí para registrar una acción o contar una historia, yo digo que la cámara es como el recurso ideal para sugerir cosas, o sea, con un panea yo le estoy diciendo al espectador ve esto’, ‘fíjate en esto’ sin necesidad decirlo con un diálogo (…) En esta película decidí utilizar muchos planos secuencias porque, literal, quería poner al espectador en los zapatos del personaje

Finalmente, Sergio Flores Thorija describió a Travesías - 70% como “una película brutalmente guerrera” que se realizó con una cantidad mínima de dinero y con un crew y casting totalmente tijuanense. La película está en cartelera.

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