Tomatazos

Viene esa época del año donde los cines comerciales se abarrotan con los blockbusters y las salas presentan superhéroes estruendosos, explosiones y secuencias llenas de malabares. Para contrarrestar lo anterior, Mantarraya y Cinepolis le apuestan a estrenar lo opuesto, un documental con algunas escenas en blanco y negro y con un ritmo completamente diferente.

La Sal de la Tierra es un documental tributo al fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, realizado por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado (hijo de Sebastião), el cual tendrá su estreno el 30 de abril en nuestro país.

Durante la cinta se van presentando cuatro décadas del trabajo de Sebastião Salgado, donde las imágenes nos van contando la historia de muchos eventos que han sido cruciales en la historia de los últimos tiempos, en donde Sebastião fue testigo de primera mano de lo que iba ocurriendo:

"Esta película es más sobre las experiencias, fue sobre seleccionar historias y hubo una sola forma de contar las historias; en específico sobre las fotografías, la única dirección que se tuvo fue que antes de poner las fotos durante la edición se tenían que mandar a Sebastião y a Leila, mi madre, ellos hacen todo juntos, para que ellos pudieran decir: sí, está bien, ésta fotografía puede representar el trabajo de Sebastião y la podemos incluir en la película. Fue el único momento que Sebastião tuvo que intervenir en la edición. No fue tan difícil como seleccionar historias".

Quería saber quién era ese hombre...

Al mismo tiempo, grabar la película sería para Juliano Salgado una forma de acercarse a su padre y descubrir realmente quien era, y aceptar a esa persona. Ésto se volvería la principal motivación para hacer la cinta.

"Bueno, fue muy complejo, no descubrí quién es pero lo acepté por quien es, lo cual de hecho es muy diferente. Y eso no fue lo que empecé a hacer, primero estaba en una actitud muy terca; estaba intentando de entender cosas como: ¿Por qué viajas?, ¿Por qué vas a lugares tan peligrosos?, ¿Cuál es tu objetivo?, ¿Cuál es tu lema?, y de hecho no pude contestar estas preguntas, eran muy directas para ser reducidas.

"Y, de hecho, es gracioso porque yo escogí las historias porque las conocía perfectamente. Crecí escuchándolas y conocí esas historias de corazón y cuando vi esas historias filmadas por alguien más y la forma en que el espectador puede verlas es asombroso".

Juliano agrega: "La distancia que obtuve de esto es lo que espero que tú como espectador obtengas de la película, esas cosas que Sebastião ha aprendido, todos esos comportamientos, las imágenes son muy conmovedoras, y aprendimos mucho sobre nosotros, y de alguna manera creo que entendí por qué estaba tan ausente por qué él era un tipo tan duro cuando regresaba de las calles. Yo lo acepté por lo que es, lo entendí y es lo que tengo de esta experiencia".

La Sal de la Tierra ganó el Premio Especial del Jurado de la Sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes en 2014, el Premio César de la Academia francesa, y ha tenido críticas positivas alrededor del mundo (incluyendo un Certified Fresh al 94%), sin duda un muy buen recibimiento. pero Juliano sí se arrepiente de una sola cosa:

"Mi hermano está en la película, tuvimos que arreglarnos para abrir la línea narrativa en la película, todo tiene sentido, se entrelazan y todos ellos tienen su resolución al final, todas funcionan muy bien, pero olvide poner a mi hermano al final y me odio a mí mismo por eso, por lo que el estará en los extras del DVD, pero no es lo que quería, es lo único de lo que me arrepiento".

Sobre el género documental

Sin duda, presentar un documental y buscar foros donde presentar la película debe ser una ardua y nada sencilla tarea, lecciones que aprendió el director a una muy temprana edad.

"Empecé con el documental, porque cuando tenía 21 años mi novia quedó embarazada y tuve que encontrar un trabajo", comenta Juliano Salgado. "Yo estaba estudiando economía y derecho; al mismo tiempo estaba viendo a mi papá que tenía esta vida increíble y que se enfrentaba a sí mismo a diferentes situaciones y conocer mucho sobre el mundo y a tanta gente distinta de él; era muy interesante lo que estaba viviendo a nivel personal, pero su trabajo era de hecho interesante porque estaba mediando muchos eventos importantes".

Además, Juliano aprendió que el documental no nos muestra una sola realidad y que este género, como otros dentro del cine, está lleno de subjetividad: "El documental muestra la realidad a través del lente de Sebastião. Comparte lo que aprendió en lugares remotos que marcaron su forma de pensar y actuar. Esta es la verdad de Sebastião , está basado en lo que recuerda, en lo que ha aprendido de esos eventos. Es extraño. Hay una gran subjetividad en este tipo de películas. Así que estás empezado a ver el mundo como él lo ve, a través del filtro de Sebastião , eso fue lo que vio cuando estaba en Etiopía por ejemplo o en Latinoamérica haciendo otros trabajos.

"Yo quería cambiar el mundo y era un joven lleno de energía y decidí que ésto es lo que quería decir, por supuesto no podía ser fotógrafo por mi padre y en parte odiaba eso, porque yo quería ser lo mismo que él, así que me convertí en documentalista".

Juliano también deja en claro cuál es la línea que quiere seguir como documentalista, el estilo que pretende manejar y cual considera como su favorito:

"Hay uno que me viene a la mente, es muy importante para mi, es La Pesadilla de Darwin, y es importante porque fue el primer documental moderno que pude ver. ¿Por qué es moderno? Porque es un hombre que viaja y se confronta con la realidad, filmando de una forma que es muy expresiva, muy hermosa, directa; él está viviendo con el hecho que su cámara es intrusa y está bien, sí, si es intrusa pero, ¿por qué no? Es su punto de vista y la manera en que cuenta la historia es real pero también dramática, para mi tiene todas las cualidades, es muy moderna y es la clase de películas que quiero estar haciendo."