Tomatazos

Jessica Jones - 92% es uno de los éxitos de Netflix. Aunque la crítica no ha sido favorable con sus películas, el servicio de streaming se logró colocar gracias a su programación en formato de series. La primera temporada fue rotundamente aplaudida por los críticos y por lo seguidores de la Casa de las Ideas, pero luego de la mediana recepción de The Defenders - 74%, ¿es la detective privada aún el prometedor show que comenzó siendo?

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Luego de los eventos del crossover entre ella, Daredevil - 76%, Luke Cage - 96% y Iron Fist - 19% (hechos que son referenciados en una sola ocasión), Jones regresa a tomar casos, pero su fama como la vigilante que asesinó a Killgrave continúa atrayendo a su departamento toda clase de extrañas personas. Todo cambia cuando uno de sus posibles clientes, que demuestra ser otra víctima de IGH, la compañía que pagó por los gastos médicos de la heroína, es asesinado por alguien que parece perseguir a los responsables de horrible experimentos humanos.

Las principales críticas para esta temporada, que bajó su porcentaje de frescura, señalan que el ritmo de la serie se ve desfavorecido por la falta de un antagonista tan carismático como el que en la primera entrega interpretó David Tennant y aunque de cierta forma el juego del gato y el ratón que se cautivó en los episodios anteriores no está ahí, eso no quiere decir que el show sea peor, sino que buscaba otra cosa.

Si bien es cierto que hasta la mitad de la temporada no hay una directa relación entre Jessica y su antagonista, esos primeros episodios tratan de construir la tensión necesaria para atrapar al espectador con el misterio de esta nueva entrega y hasta ese momento, las actuaciones del elenco, especialmente la de Krysten Ritter y Rachael May Taylor y la dirección logran hacerlo hasta la hora de la gran revelación.

El verdadero problema de la serie está después de este momento. El recurso narrativo al que los escritores recurrieron para la identidad del villano de esta temporada es característico de la más barata telenovela y muchos seguidores de la serie establecida a partir de un mundo más real no podrán perdonar este detalle.

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A pesar de que ese es quizá el mayor pecado de este thriller, el tratamiento que le da a este punto argumental es manejado de una forma mucho más interesante. Los pocos que superen la idea de este antagonista sin duda lograrán entender su importancia hacia el final de la serie. A diferencia de la primera temporada, estos episodios no buscan erigir una heroína que antepone su seguridad para salvar a gente inocente, sino desarrollar ese mismo personaje luego de presionarla más allá de sus límites.

En lugar de caer en el melodrama, esta temporada busca profundamente descubrir quiénes son todos sus personajes, sin perder de vista que todo gira alrededor de Jessica. Al terminar el treceavo episodio, todo queda patas arriba, las relaciones no son las mismas y los aliados de nuestra protagonista podran ya no serlo.

Al final, puede que algunos no disfruten que lo que empieza como un thriller de detectives se convierta en un drama familiar, pero no hay duda de que el lugar emocional en el que los personajes terminan logra provocar interés por saber qué sucederá con ellos, en el peor de los casos lo mejor está por llegar.

Todos los episodios de la segunda temporada de Jessica Jones - 69% ya están disponibles en Netflix

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