Tomatazos

A 30 años de su estreno recordamos Baile Caliente - 71% de Emile Ardolino, cinta que relata a través del baile y la música el amor de verano entre Baby Houseman (Jennifer Grey) y Johnny Castle (Patrick Swayze). La historia combina elementos como drama, romance y comedia, esto con buenas actuaciones, coreografías y un soundtrack ganador al Oscar y al Globo de Oro. A pesar de filmarse como una película de bajo presupuesto, Baile Caliente obtuvo grandes ganancias en el box office tanto en cartelera como fuera de ella, los ingresos fueron tales que en 2004 se estrenó Dirty Dancing: Havana Nights, precuela que sucede unos años antes de Dirty Dancing.

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La película tiene varios aciertos pues aunque aquella historia de la chica buena que se enamora del tipo rudo puede llegar a ser bastante cliché, la idea de que estas dos personas se enamoren a través del baile y la música fue ciertamente fresca para la audiencia, el baile mezcló el romance y la sensualidad y lo volvió innovador en ese entonces.

La mayoría de las críticas fueron positivas y celebraron cómo fue abordada la cinta, desde la historia de amor, pasando por el drama familiar hasta la tan acertada elección de Jennifer Grey para interpretar a Baby, pero también hubo otros que no la consideraron una buena película:

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Roger Ebert para Chicago Sun-Times:

Esta película se desarrolla como un compromiso largo y triste; pone lo superficial antes de la ambición.

Chris Chase para el New York Daily News:

Me encantó esta película. Parece que sueña por sí misma mientras cuenta la historia de una joven que despierta en el verano de 1963.

Pauline Kael para el New Yorker:

Aquí el baile trae los sueños sensuales de las canciones. Dirty Dancing –¡qué buen título!– es una burbujeante retro visión de crecer en los 60s (o en cualquier otra era) que sales del cine con una sonrisa de felicidad.

Richard Schickel para la revista TIME:

Si el final del guión de Eleanor Bergstein es demasiado grandioso e inspiracional, la fuerte energía del soundtrack y el baile nos lleva sin duda a un mejor juicio.

Desson Thompson para el Washington Post:

El baile final entre Gray y Swayze, a pesar del obvio deleite del público, es acompañado por una canción contemporánea claramente con intención comercial que arruina el sentido de película de época.