Es un alivio volver a tener Hacks en nuestras pantallas, y también un pequeño milagro, después de dos ataques y una crisis sanitaria. La comedia de Max no ha perdido un paso en los dos años transcurridos desde que terminó la temporada 2; ha vuelto con un propósito renovado, comentarios más astutos y mayor intensidad, además de una asombrosa cantidad de lentejuelas.

La tercera temporada termina con una recompensa jugosa, que casi garantiza que el público regresará con entusiasmo para otra ronda. Pero ¿cuántas veces más podemos observar este proceso repetitivo y aún así encontrarlo interesante? Eso es algo de lo que probablemente no debamos preocuparnos todavía. Los creadores del programa han demostrado ser expertos en mantener el interés, a pesar de las ocasionales divagaciones innecesarias. Su trama, aunque vaga, es sutilmente intrincada; la tercera temporada es una construcción paciente y detallada para obtener una gran recompensa. No se está produciendo una verdadera crisis. Pero a medida que el programa envejece, su rutina puede necesitar un poco de ajuste.

Es difícil imaginar, después de la escritura fenomenal y el éxito de la temporada 2, que el programa pueda seguir ese ritmo. Afortunadamente, la temporada 3 impulsa la historia y sus personajes hacia adelante, manteniendo las risas. Deb y Ava se encuentran en un lugar muy similar en sus carreras, y la forma en que intentan navegar eso sin depender la una de la otra está perfectamente escrita. Hacks sigue siendo la mejor comedia de la televisión que no tiene problemas para hacerte reír un minuto y llorar al siguiente.

Deborah pasa la nueva temporada intentando algo muy ambicioso: conseguir el mismo trabajo de presentadora de un programa de entrevistas nocturno que le negaron al comienzo de su carrera. Y al narrar la búsqueda de Deborah de su santo grial profesional, Hacks encuentra nuevas dinámicas interesantes y entretenidas entre el dúo en el corazón de la serie (...) La interacción entre los personajes, y entre Smart y Einbinder, sigue siendo tan fuerte que proyecta una enorme sombra sobre todos los demás.