Neill interpreta a un alma errante que se encuentra con un culto a las tierras de cultivo dirigido por los actores Rachel Ward (After Dark, My Sweet) y Bryan Brown (En Territorio Amigable, Siempre Estarás Conmigo). En el material de dos minutos y medio, su guión va de un juego sexual inexpresivo a un thriller cómico extraño y culmina con el actor transformándose en un gato. Neill apuñala a su propia situación de la vida real cuando le dice a Ward: "Soy un artista escénico”, y ella dice con sarcasmo le contesta: "Uno de ellos no es esencial".