Fiona Maye (Emma Thompson), quien ejerce como jueza de la Suprema Corte británica, debe tomar una importante decisión en su trabajo: tiene que convencer a un adolescente llamado Adam (Fionn Whitehead), quien padece leucemia, de que acepte el trasplante de sangre que necesita para sobrevivir, ya que el joven rechaza el procedimiento por ir en contra de sus principios como Testigo de Jehová. Mientras tanto, Fiona lamenta sus propias decisiones, su fallido matrimonio con Jack (Stanley Tucci) y la falta de hijos. La peculiar visita de la jueza al hospital en el que está internado Adam creará un impacto en la vida de ambos.

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