Raro es el individuo que abandona gloria y fortuna para vagar por la oscuridad en pos de la visión creadora de otro. Y, sin embargo, es lo que hizo Leon Vitali tras su notable interpretación de Lord Bullingdon en "Barry Lyndon" de Stanley Kubrick. El joven actor abandonó su carrera para convertirse en el fiel brazo derecho de Kubrick. Durante más de dos décadas, Leon jugó un papel crucial entre bastidores, ayudando a Kubrick a crear y mantener su legendaria obra. La compleja relación entre Leon y Kubrick estaba basada en el sacrificio, y la agotadora y alegre realidad del proceso creativo. Al entrar en su mundo único, logramos comprender cómo lo banal cede su lugar a lo remarcable, mientras que de su nivel más profundo y más práctico nace el cine atemporal.

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