Tomatazos

Los últimos años la autora de Harry Potter, J.K. Rowling , ha sido señalada de transfóbica, y debido a esto muchos fans la atacan en redes sociales. Para tratar de dar su “versión de los hechos”, fue entrevistada en el podcast The Witch Trials of JK Rowling, donde además de defenderse de las acusaciones de transfobia, contó una interesante anécdota que revela la naturaleza de los fans de Harry Potter (y de los fandoms en general).

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A pesar de que un estudio publicado hace años decía que la lectura de Harry Potter hacía a las personas mucho más tolerantes, la actitud que vio Rowling en un foro de sus libros fue bastante alejada de esa imagen. En el podcast (vía The Independent) contó que se suscribió con un nombre cualquiera que no estaba relacionado con Harry Potter, porque tenía mucho miedo de delatar quién era. Luego expresó un opinión muy “suave” sobre su propia obra y fue atacada en el foro por usuarios que le dijeron que se largara:

Me fui, y estaba pensando, he escrito tres libros y medio donde el bullying es un tema tan importante desde la primera página, donde el bullying, y el comportamiento autoritario, se considera uno de los peores males humanos, y mira lo que acaba de pasar, de estas personas que se hacen llamar fanáticos de esta franquicia. No me importaba, soy una persona bastante robusta. Pero, ¿y si hubiera sido una niña de 12 años que estaba emocionada de entrar en esta habitación y fuera inmediatamente reprendida cáusticamente por no pertenecer?

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Quizá con esa declaración quiera comparar ese acoso con las críticas que recibe actualmente por sus polémicas posturas, pero la situación es muy diferente, aunque seguramente ella no entenderá:

Simplemente echaron a alguien porque era nuevo. Pensé que era muy interesante, que te apasionan estos libros y, sin embargo, en el curso de tu vida, te estás comportando de una manera que describo como uno de los peores y más estúpidos comportamientos humanos.

Quizá sus palabras debería aplicarlas en su propia vida, ya que en una ocasión se expresó como sus propios villanos al referirse a los que la critican como “muggles”, una palabra despectiva para referirse a los humanos sin magia. La forma en la que ha hablado de la comunidad transgénero ha sido una forma de refutar que Harry Potter sea una obra que fomente la tolerancia y el respeto por los demás.

J.K. Rowling ha sido acusada de transfobia por una serie de comentarios y publicaciones en Twitter y otros medios sociales que se han interpretado como denigrantes hacia las personas transgénero. En particular, Rowling ha argumentado que el concepto de género es biológico y que la identidad de género no puede ser separada de la biología. También ha expresado su preocupación por el acceso de las personas transgénero a los baños y vestuarios que corresponden a su identidad de género.

Estos comentarios han sido criticados por muchos defensores de los derechos transgénero, quienes argumentan que la identidad de género es una cuestión compleja y que no puede ser reducida a la biología. También han señalado que las personas transgénero enfrentan una serie de barreras y discriminaciones en la sociedad, incluyendo el acceso a servicios de salud y empleo, y que las opiniones de Rowling pueden contribuir a perpetuar esta situación.

Aunque Rowling ha negado ser transfóbica, la controversia ha llevado a algunos a llamar al boicot de su obra y ha provocado un debate más amplio sobre la relación entre la biología, el género y la identidad en la sociedad contemporánea. El caso más reciente de boicot fue el del videojuego Hogwarts Legacy, que ha sido un éxito de ventas.

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