Tomatazos

Desde Amores Perros - 92%, Alejandro González Iñárritu se convirtió en uno de los directores más respetados dentro y fuera de México. Cintas como 21 Gramos - 80% y Babel - 69% popularizaron su nombre entre las figuras más destacadas de Hollywood, mientras que Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) - 91% y Revenant: El Renacido - 82% terminaron por consolidar su estatus en la historia del cine. Ahora, el director está listo para explorar un tema más personal con Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades - 58%, proyecto que se estrenará en Netflix a finales de este mismo año. La película ha dividido a la crítica, pero Iñárritu considera que debe apreciarse de una manera distinta, pues se trata de un trabajo poco convencional y nada tradicional.

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Bardo cuenta la historia de Silverio, un periodista y director de documentales que vuelve a México luego de ganar un reconocimiento importante por su larga trayectoria. Durante su estancia en su país de origen, el protagonista pasará por una crisis existencial que lo hará mezclar momentos y memorias de su vida, sin notar los límites del tiempo y el espacio. Iñárritu espera abordar temas como la identidad nacional, el éxito, los miedos y las relaciones personales; para ello, decidió no seguir la ruta clásica para esta película que se sirve al público como una comedia negra con tintes épicos.

La película hizo que el director regresara a México a filmar, y aunque el detrás de cámaras resultó negativo, con noticias sobre los malos tratos a los extras, sigue siendo uno de los títulos más esperados a nivel nacional. Bardo se estrenará en Netflix, pero también tendrá un recorrido importante en cartelera para poder cumplir con las reglas necesarias que le otorgarán posibilidades reales en la próxima temporada de premios. La obra también se estrenó en el pasado Festival de Venecia donde recibió comentarios negativos del público y la crítica especializada.

Según estas primeras opiniones, Bardo resulta un proyecto muy ambicioso que no logra alcanzar su potencial y termina sintiéndose innecesariamente larga, repetitiva y poco interesante; aunque se rescata la parte técnica, especialmente la fotografía, y el trabajo de Daniel Giménez Cacho en el papel principal. De esta manera, la película bajó de puesto en la lista de títulos más esperados de la temporada, pero el interés se mantiene por la reputación del director, quien prepara el corte final para el estreno comercial, en el que quitará alrededor de 22 minutos de metraje.

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Para hablar un poco sobre Bardo, y haciendo frente a esas primeras críticas negativas, Alejandro González Iñárritu habló con Reforma (vía El Diario de Chihuahua) sobre las verdaderas intenciones detrás de Bardo y lo que espera ofrecer al público con esta historia, que resulta la más personal que ha trabajado hasta ahora:

[En Bardo] no hay mucho que entender, pero sí mucho que sentir.

Bardo es una película no convencional en la que no hay nada que entender. Lo que invito es que la gente desconecte esa parte racional, que no vaya con la mente que piensa, sino con la mente que sabe, con el corazón. Y si te relajas y entras como vives un sueño -a un sueño no le puedes demandar lógica-, entrarás a un viaje sensorial

El director está muy orgulloso de esta película y reconoce que es la que más le ha exigido como creador:

Aquí di todo. Todo lo que soy, todo lo que tengo a nivel intelectual, con el corazón, en la parte técnica. Terminó siendo una íntima autoficción, no es una biografía.

Los especialistas dicen que es evidente que el personaje principal representa al propio Iñárritu en una exploración de su carrera y sus sentimientos por México, lo que para algunos no probó ser suficiente para mantenerlos interesados en la historia.

Bardo estrenará en salas comerciales el próximo 27 de octubre antes de llegar a la plataforma de Netflix el 16 de diciembre. Los espectadores mexicanos seguramente darán más luz a las intenciones del director, pues en muchos momentos de la película se habla de hechos históricos y se hacen referencias que sólo los mexicanos pueden comprender bien; una decisión que tal vez alejó a los críticos internacionales, pero podría caer en el gusto de este público que además lleva años siguiendo con atención su carrera.

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