Tomatazos

Hasta hace cinco años, Jordan Peele ya tenía un lugar bastante establecido dentro del mundo de la actuación, con una carrera notable en la comedia. Sin embargo, cuando decidió quedarse detrás de las cámaras contando historias escritas por él mismo, dio un giro radical en cuanto a la temática en la que la audiencia estaba acostumbrado a relacionarlo. De su mente han surgido historias fuertes que evidencian conflictos sociales a través del horror humano.

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¡Huye! - 99% significó un importante reflejo sobre el racismo y cómo en el mundo moderno la esclavitud sigue existiendo, aunque de una manera mucho más discreta, con Nosotros - 95% habló de la diferencia de clases sociales logrando que el público se sintiera observado a tal grado de, cada uno, reflejar sus propios miedos a través de la cinta, y ahora ¡Nop! - 85%, que aún no llega a las salas mexicanas, ya ha comenzado a generar conversación por la manera en la que el director retrata el mundo del espectáculo.

Mientras la cinta llega a las salas de nuestro país, ya sorprendió en los Estados Unidos al conseguir una recaudación significativa en taquilla. Hasta ahora, con tres películas en su haber, Peele ha demostrado su cercanía con el horror y el suspenso, pero la manera en la que retoma temas específicos para generar esa tensión resulta muy especial; no podemos estar seguros de si decidirá quedarse a trabajar con este género el resto de su carrera como director, mientras tanto, resulta interesante pensar en cómo es que estas ideas han surgido en su mente.

Durante una reciente entrevista con la revista Empire, la estrella de Keanu - 76% habló al respecto, asegurando que siempre ha tenido un lugar especial el concepto del pecado dentro de sus historias, y aunque hasta ahora no se ha referido en sus filmes al pecado original relacionado directamente con el tema bíblico, sí con lo que socialmente se sigue considerando pecado, ya sea en pensamiento u acción misma.

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Supongo que no lo veo tanto como 'lo que quiero decir [con las películas]', lo considero como un enfoque en algo sobre la humanidad que no he visto superado. Un 'pecado humano' es como lo llamo. Si puedo discutir lo que siento que es parte de nuestra caída [como sociedad] y no lo he visto de manera cinematográfica, creo que funciona. Hice una película sobre el espectáculo y nuestra adicción desesperada a él. Y luego simplemente confié en que con las imágenes... si sigo la verdad y sigo la diversión y sigo mi espíritu, estoy invitando a una conversación sobre ese tema.

El cineasta mencionó también que, desde su perspectiva, los creadores no hacen – o no deberían hacer – películas con la intención de tratar de entender lo que alguien quiere decir, sino para verlo, escucharlo, sentirlo y ser parte de ello, en donde terminan tan involucrados que el mensaje llega con un impacto mucho mayor. Durante la misma conversación surgió la dualidad a la que se enfrenta con su más reciente película.

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Si bien Nope trata sobre la adicción desesperada hacia el espectáculo, su recaudación en la taquilla estadounidense ha sido impresionante. Al respecto Peele señaló que es algo con lo que ha estado lidiando pues, aunque dentro de su historia pone sobre la mesa el tema de la explotación dentro de la industria, él no quería perder la oportunidad de tomar ese tema con responsabilidad y evidenciarlo dentro de una película.