Tomatazos

Desde que la Academia comenzó a transmitir en vivo la entrega del Oscar se ha enfrentado a escándalos, controversias, cambios de planes, sorpresas desagradables e índices de audiencia. Gracias a su importancia dentro de la industria, este reconocimiento se mantiene en el centro de la temporada de premios, pero el público es cada vez más exigente. El año pasado, cuando Chloé Zhao ganó como Mejor Directora por Nomadland - 100%, el rating fue el más bajo en la historia del evento, pero este año algunas cosas mejoraron. Entre risas, llanto, ganadores ya establecidos y bofetadas inesperadas, el Oscar mejoró sus números.

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Por muchos años, ser anfitrión del Oscar era un puesto que muchos comediantes y actores buscaban. El problema es que la presión se fue haciendo más grande, las bromas se fueron volviendo más incoherentes, y los momentos que buscaban empatizar con el público y sus necesidades terminaban siendo bastante incómodos y extraños en una ceremonia hecha por y para millonarios. Después de pasar varias emisiones cercanas a la humillación, recordemos a James Franco y Anne Hathaway, la Academia decidió quitar a los hosts para enfocarse en la entrega y los discursos.

Al igual que con otras industrias, la pandemia afectó seriamente el mundo del cine y las consecuencias se hicieron notar en la pasada entrega. Algunas películas se retrasaron, otras terminaron por estrenarse en plataformas de streaming y, en general, el humor de los asistentes y el público no fue el mejor, con la apatía tomando un lugar privilegiado en el 2021. Este año se hizo un gran esfuerzo para recuperar a la gente y para acercarse a una nueva generación que no mantiene la atención por mucho tiempo.

Después de cambiar su fecha usual para evitar otro cierre por pandemia, la entrega del Oscar se llevó a cabo el pasado 27 de marzo. Mucho antes de saber lo que iba a pasa en la noche, la Academia había tomado nota para agilizar los discursos y crear un ambiente mucho más amable y cómico. Los anfitriones volvieron y también se decidió que algunos premios técnicos o considerados “menores” se premiarían antes del evento principal y serían parte del programa después de ser editados.

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Aunque la decisión de tener anfitriones nuevamente fue bien vista por la crítica, el dejar de lado algunas premiaciones no. Muchos expertos y famosos se quejaron por semanas y hasta amenazaron con boicotear el evento si no cambiaban de parecer. Al final el boicot no sucedió como se esperaba y los premios sí encontraron un lugar en la transmisión. La otra gran y complicada decisión fue la de crear dos premios de nombre para reconocer lo mejor del cine comercial con las categorías de Fan Favorite y Cheer Moment, creadas para atraer al público más joven e interesado en cintas de superhéroes y acción. Mucho se puede decir de estos recursos, pero todo indica que las cosas funcionaron mejor de lo esperado.

Según Variety, la entrega contó con 15.36 millones de televidentes, mejorando en un 56% el evento del 2021. A pesar de esta mejora, el Oscar 2022 se mantiene como la segunda entrega con menos audiencia. Todavía falta tomar en cuenta algunos números internacionales y de la otra costa de Estados Unidos, pues el cambio de horario hace difícil un análisis rápido; sin embargo, parece que su lugar dentro de la lista se mantendrá así. Para darse una idea, la primera entrega del Oscar sin anfitrión logró atraer a 29.6 millones de personas y el programa del 2020 obtuvo 23.6 millones. En 2016 los números superaban los 34 millones.

En general, Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes fueron bien recibidas por el público y por el resto de los invitados, aunque ciertamente no se les dio prioridad como en entregas pasadas. Al final, el Oscar 2022 pasará a la historia no por dar premios importantes a la comunidad LGBTQ o a la comunidad de sordomudos, lo hará por el terrible encuentro entre Chris Rock y Will Smith, quien se llevó la estatuilla a Mejor Actor del año.

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