Tomatazos

Hoy en día, Ryan Reynolds es uno de los actores mejor pagados de Hollywood y, de hecho, en los últimos años hemos visto su nombre constantemente como protagonista de grandes producciones de las que, en su mayoría, él está a cargo. Tan sólo entre 2021 y lo que va del 2022 ya estuvo en Free Guy: Tomando el control - 96%, Duro de cuidar 2 - 35%, Alerta Roja - 63%, y la recién llegada a Netflix El proyecto Adam - 70%.

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Y todo este éxito surgió de la mano de Deadpool - 84%, no sólo con una notable carrera en el cine como actor y productor, sino también en los otros ámbitos que ha tomado como empresario y en el mundo del marketing. El inicio de la carrera de Reynolds se remonta a la década de los 90, y gran parte de las producciones en las que participó fueron comedias adolescentes para luego tomar el camino de las comedias románticas como La propuesta - 44%.

Desde el 2004 ya tenía interés por el mundo de los superhéroes, y fue ese año en el que comenzó a involucrarse en el desarrollo de una película sobre Deadpool en colaboración con New Line Cinema, pero por cuestiones de derechos, la cinta no pudo realizarse. En 2009 logró interpretar por primera vez al personaje en X-Men Orígenes: Wolverine - 38% con una pésima recepción, dos años más tarde protagonizaría Linterna Verde - 26% – otro tropiezo – y sería hasta 2014 cuando al fin lograría concretar algo con Fox.

Al tratarse de una cinta con clasificación R, la compañía no estaba tan segura del impacto que tendría en comparación con las otras producciones de superhéroes que corrían bajo su mando (toda la franquicia de X-Men - 81%), por lo que decidieron otorgarle un presupuesto limitado, así como un plazo de entrega bastante reducido. Pero en lugar de convertirse en un obstáculo, esto le sirvió a Reynolds para comprender cómo funciona mejor la mente creativa. Esto fue lo que comentó durante una entrevista para Forbes:

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Realmente tuve un curso intensivo sobre el valor del marketing y la narración en este contexto a través de Deadpool. Deadpool me enseñó que la necesidad es la madre de la invención. Deadpool, la franquicia, nunca tuvo el tipo de presupuestos y finanzas para trabajar que algunas de las propiedades más grandes de los cómics lo hicieron. Dos de los mayores adversarios de la creatividad son demasiado tiempo y demasiado dinero. Aprendí el valor del personaje sobre el espectáculo a través de Deadpool.

Sin duda, esto es algo que tuvo un gran impacto en el actor y productor, y ha sabido manejarlo desde entonces ofreciendo producciones de éxito, algunas con superproducciones y otras con presupuestos menores. De acuerdo a lo que informa Screen Rant, Deadpool fue realizada con un presupuesto de USD$58 millones, mientras Capitán América: Civil War - 90%, que se lanzó en el mismo año, recibió USD$250 millones para su realización.

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Ryan Reynolds también compartió que las sencillas campañas que ha hecho tanto para Deadpool como para Deadpool 2 - 85%, han demostrado que menos es más, pues sólo necesita el ingenio y carisma del personaje para llamar la atención y llegar a la suficiente audiencia. Ahora que Wade Wilson llegará a Marvel Studios, habrá que ver cómo se acoplan los grandes presupuestos de la compañía a la esencia de este antihéroe para mantener el éxito que ha tenido hasta ahora.