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Político británico cree que volver mujeres a personajes masculinos lleva a los niños a ser criminales

El miembro del parlamento británico cree que a eso se debe el aumento en delitos en Reino Unido.

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Político británico cree que volver mujeres a personajes masculinos lleva a los niños a ser criminales

El miembro del parlamento británico cree que a eso se debe el aumento en delitos en Reino Unido.

POR Gabriel Escogido -

Justo cuando uno cree que es su país el que está plagado de políticos inservibles y a caso tontos, uno de otra parte del mundo da el disgusto, y a veces reconforta, al demostrar que hay de todo de aquí a China. El caso más reciente ha sido de Nick Fletcher, miembro parlamentario de Reino Unido, quien aseguró durante un discurso en ese órgano estatal que el reemplazar personajes masculinos con versiones femeninas lleva a los jóvenes hombres a cometer delitos.

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De acuerdo con MovieWeb, Nick Fletcher, un político conservador de Reino Unido, dio un discurso en el parlamento en el que condenó adaptaciones femeninas de personajes tradicionalmente masculinos porque, a su consideración, esto lleva a los niños y jóvenes hombres a volverse criminales, ya que sólo les deja a los delincuentes como modelos a seguir en los medios y el entretenimiento. Sus palabras:

En todos lados, no es la excepción la esfera cultural, parece haber un llamado de una pequeña y muy ruidosa minoría de que cada personaje masculino, o buen modelo a seguir, debe tener un reemplazo femenino. Sólo necesita uno ver la discusión sobre el siguiente James Bond. No sólo es James Bond. En años recientes, hemos visto a Doctor Who, Ghostbusters, Luke Skywalker, The Equalizaer, todos reemplazados por mujeres. Y los hombres se quedan con los Krays y los Tommy Shelby. ¿Hay alguna duda de por qué estamos viendo a tantos jóvenes hombres cometiendo crímenes?

Más que un argumento narrativo, sociológico, Fletcher parece querer desviar la atención del hecho de que el gobierno británico ha desatendido las causas del crimen. Desde el primer tercio del siglo pasado, la teoría de la aguja hipodérmica, la idea de que los medios manipulan e “inyectan” ideas en las personas, ha quedado obsoleta. En el mejor de los casos, los medios influyen, pero el contexto social inmediato es lo que más peso tiene en el comportamiento de los individuos, cualquier psicólogo social se los dirá.

Más allá de eso, es también muy frustrante la idea de que los hombres no puedan aspirar a ser como mujeres heroínas simplemente porque no son hombres. En especial, dado que, si eso fuera lo que provoca el crimen, entonces las mujeres, que no han tenido esa clase de representación en los medios, deberían haber sido mayoritariamente las criminales desde hace siglos, algo que, evidentemente, no ocurre.

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En cuanto a la industria, si bien sí hay una consigna que busca oportunidades equitativas para mujeres en papeles de acción, que con frecuencia implica ser heroínas en sagas como las que este sujeto menciona, la insistencia de Hollywood porque haya versiones femeninas de personajes tradicionalmente masculinos se explica perfectamente desde la lógica del mercado. Aproximadamente, la mitad de la audiencia que va al cine, así como el de la población en general, son mujeres: lo que quiere decir que no es mala idea apelar a ellas como consumidoras si lo que uno busca son ganancias. Que las hagan o no, eso ya se responde desde otras razones.

La discusión que Fletcher plantea no es muy diferente a la que en las Américas otros incompetentes políticos planean para justificar sus fallas a la hora de atender las causas del crimen. Por ejemplo, la cansada idea de que las series y telenovelas sobre narcotraficantes convencen a los jóvenes de unirse al crimen organizado en lugar de la clara impunidad de la que estos grupos delictivos gozan a nivel local, estatal y federal y por parte de autoridades políticas, policiales y hasta militares.

Finalmente, tampoco es como que la original Los Cazafantasmas - 97%, las incontables temporadas de Doctor Who o las otras 24 entregas de Bond antes de Sin tiempo para morir - 83% estén prohibidas, si alguien las prefiere, a las que son protagonizadas por una actriz, siempre pueden verlas, nadie las ha quemado ni desaparecido. Es simplemente una cuestión de oportunidades laborales y gustos personales. Sólo no se dejen engañar por políticos mediocres asustados de ser expuestos como los inútiles que son.

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