Tomatazos

Uno de los cineastas más extravagantes de las ultimas casi tres décadas es Quentin Tarantino quien, a pesar de ser señalado en más de una ocasión por su manera de contar historias basándose en otras películas, ha mantenido su lugar como un director aclamado que a lo largo de los años ha sido fiel a su estilo. Algo que siempre ha quedado claro dentro y fuera de la fantasía de sus películas es su peculiar temperamento, y al parecer eso es parte de su personalidad desde la infancia.

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En los últimos meses, el creador de Perros De Reserva - 90% ha tenido constantes encuentros en diferentes podcasts en donde habla de temas personales, pero sobre todo se enfoca en lo que ha sido su paso detrás de las cámaras dando a conocer ciertas estrategias creativas que le han funcionado en sus películas más exitosas. Sus charlas han viajado desde su pequeño conflicto con Uma Thurman porque pensaba que Quentin la hacía usar el traje amarillo en Kill Bill: La Venganza, Volumen 1 - 85% sólo para hacerla verse ridícula, hasta el hecho de prohibirle a Christoph Waltz ensayar con el elenco de Bastardos Sin Gloria - 88%.

Todas las decisiones que ha tomado Tarantino tienen un impacto positivo en sus cintas por más extrañas que parezcan, y es que ha demostrado que cuando pone su voluntad sobre la mesa no hay otra opción más que cumplirla. Al parecer fuera del set funciona exactamente igual, pues durante su reciente conversación en The Moment con Brian Koppelman, el cineasta habló de su relación con su madre y su decisión de no darle ninguna aportación económica.

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De acuerdo a la anécdota que narra el director de Tiempos Violentos - 94%, a los 12 años tuvo una importante discusión con su madre Connie Mchugh (su nombre de soltera), cuando ésta hablaría sarcásticamente sobre su sueño de ser escritor, por lo que él le daría su merecido al cumplir esa meta y no darle un centavo de lo que ganara cuando fuera exitoso. Este conflicto comenzó porque el pequeño Tarantino no ponía la atención suficiente a sus estudios.

En medio de su pequeño discurso [sobre mis responsabilidades], ella dijo “¿esta pequeña 'carrera como escritor'”, con las comillas con los dedos y todo eso, “‘esta pequeña' carrera como escritor que estás haciendo? Esa mierda te está volviendo loco”. Cuando me dijo eso de esa manera sarcástica, estaba en mi cabeza y dije: 'Está bien, señora, cuando me convierta en un escritor exitoso, nunca verá un centavo de mi éxito. No habrá casa para ti. No hay vacaciones para ti, ni el Cadillac [de] Elvis para mamá. No obtienes nada. Porque dijiste eso.

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Tarantino aseguró que sólo en una ocasión ha ayudado a su madre, que hoy tiene cerca de 74 años, cuando tuvo un problema con los impuestos, pero ha sido fiel a aquella promesa porque, según sus propias palabras, los padres deben hacerse responsables de lo que dicen y pagar ciertas consecuencias al tener actitudes o decir cosas que tendrán un impacto a futuro en los niños. En la misma entrevista, Quentin aseguró que él ha adoptado un enfoque relajado sobre la educación de su hijo para no cometer los mismos errores que sus padres.

Quentin Tarantino se ha mostrado rebelde en varios momentos de su vida, y eso explica gran parte de su éxito, quizá uno de sus “actos rebeldes” más conocidos fue el hecho de que no es fiel a la idea de ir a una escuela de cine cuando puedes aprender a hacerlo viendo películas. Su paso por el videoclub, en donde además de vender o rentar películas también hacía sus propias recomendaciones, marcó parte importante de su desarrollo como cineasta.

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