Vivimos en un gran momento para disfrutar de series complejas y únicas y podemos confirmar que existe siempre algo para cualquier persona, el problema es que también estamos en una actualidad que tiene muchísima demanda y poca certeza. La popularidad y el buen rating no siempre son suficiente para mantenerse al aire por muchos años. Las diferentes cadenas y los diversos servicios de streaming producen demasiadas series y cuidan un porcentaje menor de ellas, lo que se complica todavía más con la gran cantidad de spin-offs, revivals y remakes que se hacen actualmente.
Al final algunos títulos quedan enterrados a pesar de su calidad, mientras que otros se vuelven primicia y se espera que los sigan explotando. En un intento por dar oportunidad a nuevas creaciones sin desgastarlas, ahora parece que se le da prioridad a series de pocos episodios por temporada o que puedan desarrollar su historia en una única entrega. Dentro de este dilema se encontraba la serie de Lovecraft Country, creada por Misha Green a partir de la novela de Matt Ruff. La serie se convirtió rápidamente en un éxito entre el público y la crítica especializada, y aunque grupos conocedores del autor H.P. Lovecraft nunca la recibieron con agrado, HBO la contó entre los mejores estrenos de su historia.
La primera temporada de Lovecraft Country, protagonizada por Jonathan Majors y Jurnee Smollett-Bell, adaptó la novela bajo sus términos, pero definitivamente se creó un universo tan interesante que bien se podían contar más historias dentro de él. La serie se promocionó como Limited Series, o sea de una única temporada, pero en cuanto terminó se habló de las posibilidades reales de seguir adelante, tal y como sucedió con la serie de Watchmen, protagonizada por Regina King y Jeremy Irons.
Lo que hacía tan especial a Lovecraft Country es que manejaba muy bien el horror y el melodrama histórico, que tenía todo que ver con el racismo de la época. Entre muchas series buscando inclusión racial y sexual, este show lo logró de manera natural y con todo el apoyo de Jordan Peele como productor. De hecho, para muchos fue un título realmente importante porque superó fácilmente las críticas de aquellas mentes cuadradas que se quejan de ver demasiados afroamericanos como protagonistas. Por desgracia, y después de muchos rumores, se confirmó que la serie no volverá para una segunda temporada.
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En un comunicado oficial para Deadline, HBO dio a conocer la noticia:
No seguiremos con una segunda temporada de Lovecraft Country. Estamos muy agradecidos por la dedicación y la maestría del talentoso elenco y equipo, y con Misha Green, quien elaboró esta serie revolucionaria. Y a los fans, gracias por unirse a esta aventura.
En febrero de este año el jefe de contenido de HBO había confirmado que Misha Green y su equipo de escritores estaban trabajando en una nueva idea para continuar la serie, pero ahora queda claro que, sea lo que sea que desarrollaron no fue del interés de la cadena. Esto tampoco es enteramente extraño, ni necesariamente malo. Por ejemplo, no podemos olvidar que HBO también adaptó Big Little Lies, con Nicole Kidman y Reese Witherspoon, y aunque la primera temporada fue un éxito, la segunda (que ya no estaba basada en el libro) fue una decepción para muchos.
Después de que se emitió con éxito el final de temporada, Green explicó que quería seguir contando historias que tuvieran la misma intención del autor Matt Ruff de poner al frente a protagonistas afroamericanos en historias de género que normalmente los excluyen. Este equilibrio entre temer a lo sobrenatural, a lo desconocido, y al violento (y muy real) racismo de Estados Unidos fue lo que se ganó a la audiencia. Será cuestión de tiempo para ver si la propia Green comenta al respecto o si propone una nueva creación que pueda llenar el vacío que dejó Lovecraft Country.
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