Tomatazos

La parte musical de una cinta puede convertirse en el aspecto más recordado y trascendente de la misma. Las composiciones no sólo ayudan a crear el ambiente y familiarizar al espectador con la narrativa de lo que observa, también funcionan para presentarnos a ciertos personajes y hasta describirlos desde una perspectiva distinta a lo visual. Una gran melodía lleva toda una historia y hasta el peso de una película por lo que es uno de los aspectos que menos debemos dar por hecho seamos creadores u observadores.

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Cuando hablamos de superhéroes, las melodías que acompañan a estos personajes se vuelven indispensables para apoyar la psicología del mismo o el momento específico en el que se encuentra dentro de su camino del héroe. No es raro entonces esta asociación, y aunque en algunos casos hemos visto en más de una ocasión al personaje en la pantalla grande, con otro actor, director y estilo, siempre hay alguna composición que sobresalga sobre otra.

El caso de Batman es especialmente interesante porque ha tenido diversas apariciones en cine y televisión, de las cuales la gran mayoría se puede asociar rápidamente con su respectiva música. Sin embargo, el trabajo de Danny Elfman en Batman - 72%, dirigida por Tim Burton, es considerada la más sobresaliente por rescatar los aspectos oscuros del personaje, funcionar como homenaje y respetar el ambiente creado por el director.



Aunque el éxito de la cinta protagonizada por Michael Keaton debería ser relevante para el compositor, lo cierto es que por mucho tiempo se popularizó el rumor de que no estaba satisfecho con el trabajo final. ¿Se trata de la actitud de un perfeccionista?, ¿qué es lo que realmente le molestaba? Después de muchas teorías, Elfman es quien revela que sí se sintió decepcionado y explicó sus razones durante una entrevista en el podcast Premier Guitar:

Estaba terriblemente infeliz con la versión en Batman. Lo hicieron a la vieja escuela donde tú haces la composición y la entregas a los “profesionales” que mueven las cosas y la ensamblan. Y el ensamblaje era realmente inestable en esos años. Grabamos en tres canales de audio: derecha, centro e izquierda, y básicamente ellos sacaron el canal del centro completamente.

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El compositor explica que esta decisión se tomó para dejar espacio para efectos de sonido:

No tuvo cuidado alguno. He tenido muchas bandas sonoras tocando en grandes escenas de acción que realmente mejoran la escena. Y al final de Batman, me di cuenta que pude tener a la orquesta tocando cualquier cosa. Pude musicalizar la cinta con algo de percusión, una armónica y un banjo porque todo lo que escuchas es algo de percusión golpeando en los momentos importantes, pero no puedes escuchar realmente lo que la orquesta está haciendo.

Elfman también reconoció que ese momento le sirvió como una lección, donde algunos simplemente seguirían el camino más fácil y que les sirva sin ningún tipo de compromiso o respeto por el trabajo de otros.



Por supuesto, nadie duda de las capacidades de Elfman, quien ha creado más de 100 bandas sonoras para diversos proyectos. De manera específica, el compositor trabajó de nuevo con Burton en El Joven Manos de Tijera - 91%, Charlie y la Fábrica de Chocolate - 83% y Dumbo - 47%. Además, no se ha alejado del todo de los superhéroes pues también compuso la banda sonora de El Hombre Araña - 89% y El Hombre Araña 2 - 93% para Sam Raimi, con quien volverá a trabajar en la secuela de Doctor Strange: Hechicero Supremo - 89%.

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