Tomatazos

Fundado en 1975, el Centro de Capacitación Cinematográfica se ha dedicado a la enseñanza y difusión de conocimientos y técnicas cinematográficas. A pesar de su larga trayectoria y legado, que le han valido reconocimientos internacionales como el premio a la excelencia académica en el Festival de Escuelas de Cine de Tel Aviv, este año, en el marco de las celebraciones por su aniversario número 45, se dio a conocer un tendedero virtual con 85 testimonios de víctimas de violencia de género por parte de alguna figura de autoridad o algún miembro de la comunidad del CCC.

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En el tendedero, que fue lanzado el 19 de marzo y dado a conocer por Las Landetas –un grupo de mujeres cineastas afectadas de manera directa e indirecta por la violencia normalizada en las aulas, los sets y los pasillos del CCC– se pudo leer al inicio, 85 historias narradas de manera anónima por las distintas víctimas, así como el nombre de 35 agresores que aún forman parte de esta institución. A 5 días de su lanzamiento, y ante la necesidad de dar espacio a más voces de víctimas, la página tiene un nuevo apartado en el que se van anexando las nuevas declaraciones, y hasta hoy, el número de denuncias ha ido aumentando y ya sobre pasa las 150, y se han sumado los nombres de directores reconocidos e incipientes, además de guionistas.

En el documento son mencionados estudiantes, egresados, profesores y algunos colaboradores ocasionales de la institución, quienes de distintas maneras agredieron a mujeres que forman –o formaron parte de la escuela– y que como lo mencionan en el comunicado han decidido demostrar ‘que las estudiantes del CCC son violentadas de forma sistemática y continua, desde hace varios años’.

De igual manera, Las Landetas mencionan que a partir de los testimonios dados a conocer en el tendedero se puede ver que los problemas que han afectado a la industria cinematográfica a nivel mundial también han alcanzado a las mujeres del CCC y aunque consideran que la institución no es la causante de todas las agresiones, no ha actuado como debería para garantizar un espacio seguro.

En los testimonios observamos un problema histórico que no es exclusivo del cine y que se extiende hasta los espacios que ocupamos las mujeres en el CCC. Reconocemos que si bien la institución no es la causante de todas las violencias, sí consideramos que tienen todas las posibilidades para promover un cambio significativo a favor de la vida de las mujeres en la industria cinematográfica mexicana.

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En el comunicado de ocho páginas, el grupo pide acciones efectivas para erradicar este tipo de violencias, entre las que destacan la implementación de evaluaciones a la población estudiantil y trabajadora del CCC para la identificación de las violencias, capacitaciones a maestros y trabajadores, aplicación de exámenes psicológicos como parte del proceso obligatorio para el examen de admisión, reconocimiento de las denuncias expuestas como legítimas, asegurar que las mujeres no sean obligadas a compartir espacios con violentadores identificados y la efectividad en los procesos para llevar a cabo las futuras denuncias en la institución.

A partir del documento firmado y elaborado por Las Landetas, varias docentes y egresadas de la institución, entre las que destacan Berenice Ubeda, Dana Rotberg y las actrices Teresa Ruiz y Marimar Vega (vía El Universal), han hecho público su apoyo hacia aquellas que denunciaron situaciones de violencia dentro del CCC mediante un comunicado.

Por su parte, la directiva del CCC (via Reforma) dio a conocer que las medidas que tomarán a partir de las denuncias estarán enfocadas a sesiones de orientación y acompañamiento para denunciar a través del Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción del Hostigamiento Sexual y Acoso sexual, a Equitativa, un programa de la Secretaría de Cultura. A su vez, se buscará la intervención para prevenir conductas violentas en la planta docente, así como un diálogo permanente y actividades de sensibilización para la erradicación de conductas agresivas entre la comunidad estudiantil.. Ante esta postura las actrices, directoras y productoras piden a las autoridades académicas que las víctimas sean separadas de sus agresores, pero sin que esto afecte su preparación escolar, con la idea de evitar represalias por parte de los señalados en las denuncias.

En este sentido, hacemos un llamado al CCC para que los interlocutores con las alumnas no sean personas que hayan sido señaladas en el Tendedero: consideramos que el diálogo con la escuela podría ser a través del Consejo Académico que representa a toda la comunidad y fue elegido de manera democrática. Además, exhortamos a la institución a que sea un comité externo quien revise y resuelva todos los señalamientos hasta ahora presentados y los que se sigan acumulando.

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