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Hasbro retira muñeca de Trolls World Tour tras acusaciones de normalizar el abuso infantil

Un botón colocado en una zona inusual ha provocado la ira de miles de padres en redes sociales

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Hasbro retira muñeca de Trolls World Tour tras acusaciones de normalizar el abuso infantil

Un botón colocado en una zona inusual ha provocado la ira de miles de padres en redes sociales

POR Sofi Terracota -

Las marcas deben tener mucho cuidado con los productos que comercializan todos los días, en especial cuando se trata de juguetes para los más pequeños. En redes sociales ha dado la vuelta un video compartido por una madre en el que expresa su inconformidad respecto a una muñeca de la película animada Trolls 2: World Tour - 62%, producida por Dreamworks y que rápidamente se transformó en un éxito de ventas digitales. La autora de la grabación señala que el producto tiene un botón que podría ser malinterpretado por los niños, quienes comenzarían a naturalizar el abuso infantil. Sigue leyendo para conocer todos los detalles.

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En Trolls World Tour, Poppy y Branch descubren que no son más que una de las seis tribus troll repartidas en seis tierras distintas dedicadas a seis tipos diferentes de música: Funk, Country, Techno, Clásica, Pop y Rock. Su mundo está a punto de hacerse mucho más grande y mucho más ruidoso. Un miembro de la realeza del hard rock, Queen Barb, ayudada por su padre, el Rey Thrash, quiere destruir todos los otros tipos de música para permitir que el rock reine de forma absoluta. Con el destino del mundo en juego, Poppy y Branch, junto con sus amigos, viajan a las otras tierras con el objetivo de unir a los otros pueblos troll y evitar la amenaza.

La muñeca del video anteriormente mencionado es Poppy, una de las protagonistas de Trolls World Tour. Jamie Cornaby, madre de una pequeña niña, publicó el material a principios de la semana pasada y menciona que compró el producto por el cumpleaños de su hija. Poppy de Hasbro funciona como una pieza interactiva, presionas su estómago para que hable o cante, sin embargo, Jamie se topó con un botón inesperado en la entrepierna que al presionarlo emite risas y gemidos, hecho que le provocó un gran temor y molestia. La madre expresó su preocupación por la distribución de un juguete como este y no pasó mucho tiempo para que una petición de retiro apareciera en línea, alcanzando más de 235 mil firmas. Julie Duffy, vicepresidenta ejecutiva de comunicaciones globales de Hasbro, emitió un comunicado para Rolling Stone sobre el botón de la entrepierna:

Esta función fue diseñada para reaccionar cuando la muñeca estuviese sentada, pero reconocemos que la ubicación del sensor puede percibirse como inapropiada. Esto no fue intencional y nos complace proporcionar a los consumidores una muñeca Poppy de reemplazo de valor similar a través de nuestro equipo de atención al consumidor. Estamos en proceso de retirar el artículo para su compra.

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Este suceso disparó en redes sociales los comentarios sobre las conspiraciones de QAnon y Pizzagate, señalando de manera sutil que Hasbro busca naturalizar la actividad pederasta y a los pedófilos entre los más pequeños con juguetes y otros productos; claro que al ser rumores de Internet, mayormente de Twitter o 4Chan, no existen una base clara sobre tales aseveraciones y quedan como teorías de la web que funcionan como pasatiempo u obsesión de innumerables usuarios. Mike Rothschild, popular figura de la investigación conspirativa y escritor del libro Las peores conspiraciones del mundo, compartió su postura en Rolling Stone:

El movimiento Q en general está lleno de histeria por rescatar a niños imaginarios de los horrores de la trata y la pedofilia. [Obviamente], la pedofilia y el tráfico sexual son reales y horribles y nadie quiere que sucedan en la vida real. Pero no hay evidencia de redes de tráfico organizadas, 'símbolos' pedófilos que sean utilizados por esas personas, o que Q haya contribuido a 'salvar' a los niños.

El hashtag #SaveTheChildren se mantiene circulando en redes como forma de protesta en contra de la presunta conspiración de los conglomerados para normalizar el abuso en niños.

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