Tomatazos

Durante años, Woody Allen (Zelig - 100%, Un Día Lluvioso en Nueva York - 80%, Medianoche en París - 93%) fue un cineasta querido por el público, colocado en el pedestal más alto de la industria cinematográfica y adorado en todas partes del mundo. Pero los tiempos más recientes le dieron la espalda por motivos escandalosos. A finales de 2017, la acusaciones de abuso sexual de Dylan Farrow tomaron fuerza y desde entonces se ha observado un incremento en el repudio del trabajo del cineasta. Pero las cosas no han cambiado mucho para Allen, pues en una reciente entrevista para El País declara que los esfuerzos del MeToo por destruir su carrera no han tenido un efecto real.

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Woody Allen publicó su libro autobiográfico, Apropos of Nothing, en marzo de este año, sin embargo, la publicación del material se convirtió en gran fuente de polémica. La editorial con la que Allen había planeado trabajar lo rechazó, e innumerables personas en las redes sociales protestaron en contra del lanzamiento del libro. A pesar de todo, Apropos of Nothing llegó a las estanterías y Woody Allen sigue trabajando en numerosos proyectos.

De un día a otro, el mundo le dio la espalda a Woody. En su libro se define a sí mismo como alguien que pasó de ser un ídolo a un paria, pero se mantiene firme en su posición asegurando que jamás tocó a Dylan Farrow en sus años de infancia y que le parece absurdo todo lo que se ha difundido a través de los medios de comunicación. Esto fue lo que respondió el cineasta cuando El País lo cuestionó sobre la irrupción del movimiento MeToo en su trayectoria:

En teoría tiene toda la razón. Pero, en la práctica, no ha tenido ningún efecto. La editorial rechazó el libro, pero 15 minutos después tenía otra que estaba dispuesta a publicarlo. Amazon me dio la espalda, pero pude rodar otra película poco después. Todo eso no me ha impedido seguir trabajando ni que la gente siguiera viendo mis películas. Es cierto que algunos actores me dijeron que no querían trabajar conmigo en Rifkin’s Festival, la película que rodé en San Sebastián. Pero no pasó nada: simplemente encontré a otros. Si nadie quisiera trabajar conmigo y nadie quisiera ver mis películas, tal vez me afectaría. Pero eso no es lo que ha sucedido.

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Rifkin’s Festival es la siguiente película de Woody Allen que llegará a los cines en otoño y cuya producción ha levantado controversia. Cuenta la historia de una pareja estadounidense que asiste al Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La magia de la pequeña ciudad al norte de España y el encanto del mundo del cine absorben a ambos con suma rapidez. Ella tiene una aventura con un director de origen francés, mientras que él se enamora de una joven residente española. Una comedia dramática a la que el director tiene acostumbrado a su público.

Aunque son muchas las personas de la industria que no quieren relacionarse con Woody Allen a estas alturas, todavía cuenta con algunos amigos de gran popularidad que lo defienden antes los medios. El caso más reciente es el de Spike Lee (5 Sangres - 100%, El Infiltrado del KKKlan - 85%, Pavarotti - 74%), quien durante el programa WOR 710 ofreció algunas palabras en defensa de Allen hace algunos días: “Solo me gustaría decir que Woody Allen es un gran cineasta, y esto de cancelar no es solo a Woody. es un amigo mío, un fan de los Knicks como yo y sé por lo que está pasando ahora mismo”. Pero las críticas en contra de Lee no se hicieron esperar y al día siguiente ofreció una disculpa a través de su perfil en Twitter.

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