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La franquicia de Star Wars está cimentada en los grandes mitos de la humanidad, la mayoría de su éxito se debe a cómo George Lucas supo aprovechar los arquetipos en su ópera espacial y Star Wars: el ascenso de Skywalker - 61% no es la excepción. Sin embargo, en pleno 2019, uno esperaría que ciertos mitos perniciosos fueran hechos a un lado en favor de nuevas historias que cuestionen los aspectos menos afortunados de nuestra civilización, como el mito de que una mujer sensible y amorosa puede cambiar a un hombre abusivo, mismo que ha sido la ruina de incontables féminas a lo largo de la historia. Tal vez está de más aclararlo pero en esta nota encontrarán SPOILERS importantes.

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En Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% Rey (Daisy Ridley) tiene con Kylo Ren / Ben Solo (Adam Driver) una conexión mental que puede atravesar el tiempo y el espacio, esto fue interpretado por muchos fanáticos como el inicio de una relación romántica, pero las cosas terminaron mal cuando ambos descubrieron que buscaban cosas muy diferentes en la vida. En El ascenso de Skywalker, J.J. Abrams optó por complacer a esos fans dándoles a los dos personajes un beso final luego de que Ben diera su vida para salvar a Rey.

La idea de que un hombre abusivo puede ser transformado por el amor es perniciosa, y El ascenso de Skywalker lo perpetúa. El sitio Star Wars Shadow Council compartió un análisis de la película basándose en el libro Why Does He Do That: Inside the Minds of Angry and Controlling Men (2002) (Por qué hace eso: dentro de las mentes de los hombres enojones y controladores) del investigador Lundy Bancroft.

En la cinta de J.J. Abrams, Rey es una víctima de abuso y Kylo es un abusador, para comenzar a ilustrar este hecho el artículo nos recuerda uno de los primeros diálogos entre Kylo y Rey, cuando el primero le dice a la chica que no puede esconderse y que la encontrará y la convertirá al Lado Oscuro. Ese momento termina con el hombre arrancando violentamente el collar del cuello de Rey; específicamente este último detalle es un retrato del abuso físico.

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La siguiente escena que prueba el punto del artículo tiene lugar cuando la protagonista está en la nave del antagonista y tienen una conversación, Kylo comienza a decirle la verdad sobre sus padres y ella se resiste a escucharlo, le exige que se detenga pero éste no lo hace, la autora comenta:

Los repetidos gritos de Rey para que Kylo se detenga, y su falta de voluntad para hacerlo, recuerdan de inmediato el trauma que tanta gente, especialmente las mujeres, experimentan a manos de los hombres. La parte más peligrosa de la película, desafortunadamente, se disfraza como un final feliz. Kylo Ren inexplicablemente "ve la luz", por así decirlo. Decide cambiar sus acciones y va a ayudar a Rey en su lucha contra el Emperador Palpatine. La batalla termina en su abrazo y beso. [...] la decisión de retratar a Kylo Ren primero como un abusador y luego como alguien que ha cambiado sus formas alimenta el mito de que los abusadores pueden cambiar fácilmente para convertirse en parejas amorosas y respetuosas.

En la cinta vemos que no solo es por influencia de Rey que ocurre un cambio en Kylo, sino que es gracias a la influencia de su madre y a su propia consciencia que él decide dejar atrás el Lado Oscuro. Esto, sin embargo, casi nunca es suficiente para cambiar a un abusador, así lo revela Bancroft en su libro; incluso si el arrepentimiento es muy grande dentro del hombre, es necesaria otra motivación externa. La autora comenta que:

El ascenso de Skywalker promueve el mito de que cualquier tipo de amor, ya sea de Rey, de Han Solo, de Leia Organa, de Luke Skywalker, de cualquiera; cualquier tipo de amor sería suficiente para motivar de manera realista a Kylo Ren a sentir remordimiento y cambiar su comportamiento abusivo, cuando, en el mundo real, ese casi nunca es el caso de los hombres abusivos. El hecho de que la película retrate esta historia, como si la moraleja debiera ser proclamada en lugar de tratarse como un mito, es increíblemente irresponsable de cualquier compañía, y mucho más de una como Disney que se define como una empresa familiar.

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No podemos culpar a Star Wars de inventar este mito pernicioso para la sociedad, pero sí podemos culpar a Disney por permitir que fuera repetido cuando Los Últimos Jedi parecía estar destinada a renovar la franquicia, pero la necesidad de la compañía por complacer a los fans los hizo echar reversa hacia la zona de confort, donde se repiten fórmulas probadas y no se toman riesgos ni se cuestionan los mitos del pasado.

El artículo concluye con varias citas de víctimas de abuso que al ver El ascenso de Skywalker volcaron sus pensamientos en Internet, una de ellas escribió lo siguiente tras compartir su propia historia:

Solo quiero que se escuche mi mensaje y quiero que las jóvenes admiren a un mejor ícono femenino que Rey. Da miedo compartir tu historia, pero si puede ayudar a otros, eso es todo lo que quiero.

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