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Werner Herzog llama ‘cobardes’ a los directores de The Mandalorian por querer sustituir al títere de Baby Yoda

Todo indica que el aclamado director alemán ya tiene una relación bastante cercana con el muñeco y es capaz de defenderlo contra todos.

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Werner Herzog llama ‘cobardes’ a los directores de The Mandalorian por querer sustituir al títere de Baby Yoda

Todo indica que el aclamado director alemán ya tiene una relación bastante cercana con el muñeco y es capaz de defenderlo contra todos.

POR Deni Silva -

Si creen que la fiebre de Baby Yoda se encuentra únicamente entre el público y los fanáticos de Star Wars y la nueva serie The Mandalorian - 90%, están muy equivocados, pues el tierno muñeco ha logrado conquistar al equipo que está detrás del show de Disney Plus, en especial al aclamado director alemán Werner Herzog, que aparece como uno de los actores principales del show y que le da vida a un aliado del Imperio que contrata al Mandaloriano para un trabajo especial. El amor que el intérprete ha desarrollado por el títere es tal que recientemente llamó ‘cobardes’ a Jon Favreau y Dave Filoni por considerar cambiar al muñeco por un sustituto digital en la postproducción (vía IGN).

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El fenómeno alrededor de este tierno y lindo personaje comenzó con el estreno de la serie de Disney Plus, pues tuvo su aparición desde el primer episodio. The Asset, como en realidad se llama este ser, al parecer es un infante de la misma especie que el legendario Jedi y es buscado por los cazarrecompensas desde hace 50 años.

La segunda entrega de la serie, dirigida por Rick Famuyiwa, sigue al personaje principal, interpretado por Pedro Pascal, huyendo con este misterioso bebé. Rápidamente el Mandaloriano es atacado por un grupo de Tradoshanos que intentan quitarle al pequeño. Posteriormente, el bebé Yoda es quien salva al protagonista de un terrible monstruo, utilizando la Fuerza. Algo que, sin duda, emocionó a los fanáticos de la franquicia.

Es así que con cada aparición, el tierno títere se robó el corazón de millones de fanáticos, pero también de los miembros del equipo detrás de la serie y al parecer Werner Herzog ha desarrollado una extraña relación con el muñeco, pues hasta es capaz de defenderlo.

Según Vanity Fair (vía IGN), Herzog se convirtió en una especie de figura paterna para Baby Yoda, pues recientemente reprendió a los cineastas Jon Favreau y Dave Filoni, en el set, por considerar reemplazar al títere con una versión CGI del personaje. Al parecer el actor no pudo ocultar su desprecio cuando vio a los directores quitando al muñeco de orejas puntiagudas para volver a filmar la escena, en caso de que decidieran cambiarlo por un sustituto digital. Aparentemente dijo lo siguiente:

Ustedes son cobardes. Déjenlo.

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Si lo anterior ya es bastante extraño, pues el realizador de joyas como Aguirre, la Ira de Dios - 98%, Fitzcarraldo - 83% y más, defendió a un muñeco y encaró a los cineastas por este objeto, la directora Deborah Chow, encargada del tercer episodio de la serie spin-off de Star Wars, mencionó que la relación entre el intérprete y el títere ha tenido otros episodios igual de raros (vía IGN).

Un día tuve uno de los momentos más extraños que he tenido como directora. Estaba dirigiendo a Werner con el títere, y Werner acababa de enamorarse del bebé. Creo que Werner había olvidado que en realidad no era una criatura viva, y comenzó a... dirigir al bebé. Werner estaba hablando con el bebé como si fuera algo real. Y yo estaba tratando de dirigir a Werner. Y pensaba: '¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo terminó mi vida así?'.

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Para los que conocen la trayectoria del admirado realizador alemán, esto no les parecerá raro, si por algo se ha caracterizado Herzog es por que ha llevado al límite su forma de trabajo, hasta llegar a lo excéntrico, recordemos aquella ocasión en la que se comió uno de sus zapatos para cumplir su palabra ante el reto de un joven cineasta (Errol Morris). Chow también explicó que la fiebre de Baby Yoda se extendió rápidamente por todo el set y la única cura fue más Baby Yoda.

Fue bastante mágico. Podías sentirlo en el set. Tienes a todos, desde Werner Herzog hasta los grips y gaffers moviéndose por él. Cada vez que lo traíamos al set, la gente se derretía.

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