Tomatazos

Antes del estreno de una película, que aparentemente no ha tenido mayores inconvenientes en su proceso, todo es risas y diversión, pero cuando esta fracasa al llegar a los cines es cuando sale a flote la polémica. Terminator: Destino Oculto - 62% no fue la excepción: a pesar de que sus avances lucían algo interesantes y se trataba de una “legacyquel”, muy al estilo de Halloween - 92%, se estrelló y ya es uno de los peores fracasos en taquilla del año.

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Uno creería que el hecho de continuar directamente con lo que se vio en Terminator 2: El Juicio Final - 92%, además del regreso de Linda Hamilton, sería lo único necesario para hacer un buen trabajo. Sin embargo, Tim Miller, su director, revela que estar en el proyecto no fue algo placentero por todas las diferencias que tuvo con el productor James Cameron, quien fue el responsable de la película original y su secuela de 1991.

Aún se encuentra tratando de procesar que su película (que tuvo un presupuesto de US$185 millones según The Numbers) solo haya recaudado US$235 millones, lo que significa que la mayor parte, por no decir todo, ya puede ser declarado como una pérdida. Pero asegura que esto pudo ser diferente de no ser porque tanto Cameron como el resto de productores no le dejaron tener voz y voto sobre el producto final.

Esto fue lo que señaló en el programa The Bussiness de la emisora de radio KCRW (vía Comic Book):

A pesar de que Jim es productor y David Ellison [de Skydance] es productor y técnicamente tienen poder sobre el corte final, mi nombre todavía está en él como director. Incluso si voy a perder la pelea... todavía siento esta obligación de pelear porque eso es lo que se supone que debe hacer el director. Luchar por la película.

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El también director de Deadpool - 84% no estaba seguro de que el corte final que había preparado iba a ser del agrado de James Cameron, y ahí fue cuando las diferencias que menciona entran en acción, porque lo que varias tomas que él decidió no incluir fueron consideradas como importantes por Cameron y eso fue una discusión que prácticamente nunca terminó.

Las luces se encienden, y había muchas cosas que había cortado que Jim pensaba que eran importantes y las escenas que filmamos en las que tuvimos desacuerdos, pero las luces se encienden y Jim dice "tenemos una película". La mayoría de nuestros desacuerdos giraban en torno a pequeñas líneas que me parecieron poéticas y hermosas, pero él las vetó. Yo pelearía por esa línea, porque era importante para mí. ¿Pero a la audiencia realmente le importa? Probablemente no.

Pero los desacuerdos entre ambos no quedan ahí. Tim Miller también contó que discutieron mucho sobre Legión, una especie de Skynet moderno, ya que Cameron veía que en el futuro los humanos saldrían victoriosos y él prefería lo opuesto. Para Miller era mucho más dramático aprender que los humanos pueden perder y sufrir graves consecuencias, mientras que no le parece que el hecho de que estos ganen siempre tenía la suficiente carga emocional como para impactar al público.

Admite que aunque está orgulloso de la película, se siente terrible por el fracaso monetario de la misma, que por cierto se estrenó el pasado 1 de noviembre en Estados Unidos, sin embargo no ve posible volver a trabajar con James Cameron (allí reveló que se había planeado una trilogía a partir de Destino Oculto) ya que considera haber aprendido una valiosa lección.

Puedo decir que no, pero no tiene nada que ver con el trauma que tengo de la experiencia. Es más que simplemente no quiero volver a estar en una situación en la que no tengo el control para hacer lo que creo que es correcto. La semana pasada recibí un correo electrónico de Jim, quien dijo: "Sé que nos enfrentamos un poco. Lo atribuí todo a dos personas fuertes y creativas con diferencias de opinión y creo que mejoró la película. Regresaré a Los Ángeles en diciembre. Salgamos a tomar una cerveza”.

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