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A Netflix lo acechan las numerosas plataformas de streaming que se están desarrollando y que le arrebatarán algunas de las películas y series favoritas de sus suscriptores, pero también vive bajo la sombra de algo mucho peor: el daño que ha causado a la salud de la humanidad y al medio ambiente.

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De acuerdo con un estudio del Journal of the American Heart Association (vía The Hollywood Reporter), los efectos que puede tener la adicción a Netflix en las personas son catastróficas: aquellos que ven más de cuatro horas de TV al día tienen 50% más posibilidades de muerte prematura por un ataque al corazón que aquellos que pasan dos horas o menos frente a una pantalla.

El efecto que han tenido las plataformas de video bajo demanda ha sido sorprendente, en menos de una década cambiaron a Hollywood y el público estuvo dispuesto a aceptar el cambio gustosamente, pues ahora tenía a su disposición un gran catálogo del cual seleccionar su contenido favorito para ver y así evitar ser esclavo de la programación y de los anuncios de TV. Netflix, específicamente, ha sido el gran ganador en el mercado del VOD y por eso fue el objeto de estudio, pero sus efectos dañinos no terminan en la salud cardiaca del ser humano y se extienden a la vida sexual y al cambio climático.

The British Medical Journal reportó que las personas han comenzado a tener menos sexo en la última década, aunque no está claro si esto tiene que ver solamente con Netflix y el streaming, pero no parece algo descabellado de proponer. El experto en fertilidad Raj Mathu, comentó que las personas deberían evitar desvelarse viendo Netflix en maratones de series.

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Según THR, otro estudio reciente de la organización sin fines de lucro The Shift Project reveló que la transmisión de datos en las redes digitales tiene repercusiones ecológicas mucho más graves de lo que se pensaba, pues aumentan las emisiones de dióxido de carbono que han provocado el cambio climático. De acuerdo con el estudio, las emisiones en la era digital aumentaron de 2.5 por ciento en 2013 a 4 por ciento en 2020, principalmente por el crecimiento del video bajo demanda. Resulta que ver un video en alta definición o en un dispositivo móvil por solo 10 minutos equivale a utilizar un horno eléctrico de 2000 watts en su máxima potencia por 5 minutos. El autor de la investigación, Maxime Efoui-Hess, comentó también que dos horas de streaming son 6 kilogramos de CO2, y para que quede más claro: manejar la misma cantidad de tiempo solo consume 200 gramos por pasajero.

Esta información no es nueva del todo, ya en 2017 Greenpeace había advertido en su estudio "Clicking Clean: Who is Winning the Race to Build a Green Internet? 2017" (Clicking Clean: ¿Quién está a la delantera en la carrera para construir un Internet verde? 2017) que Netflix tenía uno de los rastros de carbón más grandes de todas las empresas analizadas.

Dentro de este panorama desolador habría que considerar también las ventajas que ha traído el streaming, pues en las salas de cine el aire acondicionado es un gasto de energía muy grande que necesita una gran cantidad de carbón, como apuntó Efoui-Hess.

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Otra controversia que tiene relación con la salud mundial y que fue comentada hace poco fue la del tabaco, pues se detectó que en las producciones originales de Netflix las imágenes de personajes fumando habían aumentado considerablemente. Y no podemos olvidar la controversia de 13 Reasons Why - 30%, serie que fue acusada de ser una apología del suicidio. Netflix por fin aceptó las críticas este año y eliminó la polémica escena donde la protagonista se quita la vida.

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Los problemas a la salud y al medio ambiente que se han comentado actualmente no pueden ser atribuidos solo a Netflix, pero como en estos momentos todavía lidera el mercado del streaming es lógico que se aluda a esa compañía. En los próximos años Disney, Warner y otras nos deberán demostrar que están preocupadas por el futuro del planeta buscando alternativas verdes para sus servicios.