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La saga de los X-Men en Fox es larga y emocionante. Por muchos años esta franquicia nos ha hecho emocionarnos y soñar con las grandes aventuras de los mutantes Marvel, sin embargo, también sabemos que las películas no son especialmente atentas con sus detalles narrativos. X-Men: Dark Phoenix - 29%, la más reciente y última cinta de esa quizá desafortunada ficción, presenta un error de guión casi imperdonable que compromete el sentido de la entrega anterior.

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No se puede negar que X-Men: Dark Phoenix presenta un buen entretenimiento pasajero. La aventura final de los mutantes en Fox prometió mucho y no cumplió, pero tampoco se trata de una completa e irreconciliable decepción. No obstante, sí que presenta un desacierto fundamental en el desarrollo de su historia, un detalle que compromete al argumento de X-Men: Apocalipsis - 48%.

En Apocalípsis nos mostraron las versiones jóvenes de los X-Men que todos conocemos. Por primera vez vimos a Sophie Turner como Jean Grey, la poderosa mutante telequinética que se ha convertido en una leyenda de los cómics. En aquella película nos contaron una historia pero Dark Phoenix parece ignorarla.

X-Men: Apocalípsis tiene lugar en 1983. Ahí somos testigos del enfrentamiento entre los superhéroes estrella y En Sabah Nur, quien busca ejercer control total sobre el planeta Tierra. De acuerdo con información de ScreenRant, la película se llama Apocalípsis no solo por el villano, sino por las visiones que Jean Grey tiene sobre el futuro en donde todo está consumido por fuego. Apocalípsis también puede entenderse como el antiguo género literario cuyas historias tenían como eje central a una divinidad que revelaba el futuro. Para el tercer acto de la película observamos a Jean Grey utilizar su poder de Fénix (contenido con la ayuda de Charles Xavier) para consumir todo a su alrededor y vencer al personaje de Oscar Isaac.

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X-Men: Dark Phoenix parece ignorar todo esto sin más. La película se ubica en 1992, los X-Men acuden a una misión en el espacio para rescatar a un grupo de astronautas pero en el transcurso Jean Grey queda a merced de la Fuerza Fénix, el cuerpo de la mutante es considerado un receptor digno de tal poder y sus poderes se incrementan a niveles "nunca antes vistos".

El problema es bastante obvio. X-Men: Apocalipsis está basada en los cómics de Robert Kirkman ubicados en la saga Ultimate X-Men; en esta historia la Fuerza Fénix llevaba años guardada en la Tierra y había influido en la evolución de los humanos. Poco a poco creó al cuerpo perfecto para que sirviera de anfitrión y esa era Jean Grey.

X-Men: Dark Phoenix adapta la historia de la clásica Fénix Oscura, en la cual esta fuerza cósmica llevaba eones viajando por el espacio, destruyendo mundos y civilizaciones hasta que se encuentra con Jean Grey mientras ella cumplía una misión espacial. Ambas se fusionan provocando los terribles acontecimientos que todos conocemos.

En conclusión, parece que la conexión entre Apocalípsis y Dark Phoenix no tiene sentido, en la primera película Jean Grey guarda a la Fuerza Fénix en su interior pero en la siguiente la absorbe por un accidente espacial varios años después. Este tipo de incongruencias son abundantes en toda la saga de Fox. Esperamos que con el MCU las cosas sean diferentes.

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