Tomatazos

El esperado estreno de la quinta temporada de Black Mirror - 64% llegó el pasado 5 de junio y trajo tres nuevas historias consigo. La tanda de episodios debutó en Rotten Tomatoes con una calificación de 64%, la más baja de todas las temporadas. Desde ahí las cosas parecían no estar bien para la antología de Charlie Brooker : sus episodios "Striking Vipers" y "Smithereens" consiguieron la aprobación de la crítica y sin embargo, el episodio más esperado ha terminado decepcionando a más de uno.

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Miley Cyrus protagoniza "Rachel, Jack and Ashley Too", una fantasía de Black Mirror con la tecnología como centro de la trama, donde la cantante y actriz da vida a Ashley O, una famosa cantante de pop cuya vida parece idílica, pero en realidad está lejos de ser así. Su historia se junta con la de una adolescente retraída que encuentra compañía en las canciones de su ídolo musical.

La depresión de la protagonista sobre su vida falsa como una estrella de pop y la introducción de Ashley Too, un robot con la personalidad de la cantante, no han convencido a los críticos que lo han calificado con el 39% en Rotten Tomatoes, el puntaje más bajo que ha recibido un episodio de esta serie (vía IndieWire); así que ya son palabras mayores al decir que se trata del peor episodio de todos, pero es cierto.



Quizás el avance tecnológico en el presente sea la razón por la que la quinta temporada se siente desfasada, algo anticuada, o tal vez solo sea que estamos ante uno de los peores guiones de Brooker y por ello la pésima calificación. También puede que estas sean todas las razones.

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Para la crítica, "Rachel, Jack and Ashley Too" palidece ante otros episodios como "Be Right Back", que presenta una historia similar. Y no se critica el trabajo de Miley Cyrus, sino la falta de originalidad del episodio, su intento por abarcar muchos temas y quedarse corto, al punto de llamarlo mediocre. Tampoco es que los otros episodios se distancian mucho, pero si comparamos "Striking Vipers" nos daremos cuenta que este es mucho más sólido y enfocado al momento de contar la historia.

Una de las críticas más duras fue la de Dave Nemetz de TV Line:

Es una historia mediocre, de estrellas del pop desilusionadas, fusionada con una historia mediocre de adolescentes incómodos. Gesticula en la dirección de algunos puntos interesantes sobre la explotación de la imagen de una celebridad, pero la mayoría de sus ideas son, en última instancia, trilladas, y el acto final da algunos giros realmente ridículos que parecen muy poco de Black Mirror.

Kathryn VanArendonk, crítica de Vulture, también aseguró que la última temporada parece de cualquier otra serie que no sea Black Mirror:

Es confuso e inútil. Termina sin la perspicacia que caracteriza a las mejores historias de Black Mirror.

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