Tomatazos

Ian McKellen se enfrentó a la ira de la opinión pública tras emitir unos polémicos comentarios relacionados con los casos de Kevin Spacey y Bryan Singer , populares figuras de la industria del cine que fueron acusadas de abuso sexual por varias personas. El intérprete de Gandalf mencionó durante el podcast de Queer AF que las acciones de ambos pueden estar justificadas debido a que su orientación homosexual fue reprimida durante su juventud y eso les impidió relacionarse de manera sana con las personas. Sus palabras fueron malentendidas y ahora McKellen se ha disculpado públicamente (IndieWire).

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Ian McKellen trabajó junto a Bryan Singer durante cuatro producciones de los X-Men, en ellas lo vimos tomar el papel de Magneto, el poderoso mutante que domina el metal. El actor se declaró homosexual hace varios años y en muchas ocasiones lo hemos visto representar orgullosamente a la comunidad LGBTQ. Entre sus controvertidos comentarios destacó una especie de broma: “Estoy esperando a que alguien me acuse de algo, y yo no sepa si están diciendo la verdad o si yo violé”, estas palabras fueron tomadas como una crítica hacia los movimientos que muchas veces se dedican a perjudicar la reputación de un actor con acusaciones de agresión sexual sin tener pruebas, ahí está el caso de Morgan Freeman.

En estos tiempos hay que tener mucho cuidado con los discursos que uno maneja. McKellen se percató del mensaje que equivocadamente dio a entender y a través de Twitter ha publicado una disculpa:

Como parte de un podcast difundido recientemente, sugerí que si las personas en el clóset fueran más abiertas sobre su sexualidad, no abusarían de otros. Eso, por supuesto, es incorrecto. Mi intención fue la de alentar a la audiencia LGBT a la que me dirigía, a estar orgullosos y abiertos sobre su sexualidad. Al momento de hacerlo, mi punto fue expresado de manera torpe. Yo nunca, nunca trivializaría o toleraría el abuso de ningún tipo. Lamento profundamente mis comentarios descuidados y pido disculpas sin reserva por cualquier aflicción que haya causado.

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Cuando se trata de abusos por parte de personas en posiciones de poder, la respuesta correcta es clara. Los acusadores deben ser escuchados y los acusados deben tener la oportunidad de limpiar sus nombres. Si las acusaciones prueban ser creíbles, el acceso del abusador al poder debe ser removido.

Por muchos años Ian McKellen tuvo que vivir reprimiendo su sexualidad, situación bastante dura y algo complicada de entender si no se experimenta una realidad similar. Durante un largo tiempo los homosexuales tuvieron que acoplarse a un sistema que no los quería, pero afortunadamente con la llegada del nuevo siglo una importante cantidad de naciones se han abierto ante las comunidades LGBTQ. No obstante, todavía quedan muchos lugares en donde la discriminación impera y solo el tiempo abrirá las mentes de sus habitantes.

Por otro lado, el acoso es un tema delicado que sin importar la orientación sexual debe ser abordado, investigado y comprobado. Todo mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, y en caso de ser culpable debe respetarse el peso de la ley.

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