Tomatazos

La gente a veces parece olvidar que Hollywood y su industria no están únicamente construidos con los actores y actrices que todos los días vemos en portadas de revistas o en marquesinas en los cines. Los críticos cinematográficos que los consagran, los periodistas y fotógrafos que los mantienen en las noticias e incluso los paparazzi, que los mantienen relevantes a toda hora; todos ellos también son parte del negocio de las estrellas.

Te puede interesar: Bill Murray: sus mejores películas en el Tomatómetro

El tema de los fotógrafos y los paparazzi es más complicado, especialmente durante estos pasados meses en que toda cosa sospechosa que aparezca en Internet podría derrumbar por completo la carrera de cualquier celebridad. En pocas palabras, actores y realizadores ya no sólo tienen que tener cuidado de lo que publican en sus redes sociales, sino también, andarse por cuidado en la vida, lo que ha acrecentado la tensión entre ellos y los que se dedican a cubrir noticias de entretenimeinto.

Bill Murray es uno de los actores más queridos de Hollywood, y con justa razón, su larguísima carrera está repleta de papeles emblemáticos y su elección de personajes siempre parece ser ideal. Entre su filmografía resaltan clásicos como Los Cazafantasmas - 97%, Tres son Multitud - 89%, Hechizo del Tiempo - 96% y La Vida Acuática con Steve Zissou - 56%, entre muchas más. Pero la admiración del público y el respeto de los colegas no siempre logran exentar a los más famosos de tener uno que otro tropezón público.

Según se escribe en Variety, Murray se vio en una situación comprometedora recientemente, ya que él y el reconocido fotógrafo del Martha’s Vineyard Times, Peter Simon, se vieron enredados en un altercado en el restaurante Lola’s, donde al parecer el actor se mostró molesto con la presencia del otro y lo agredió físicamente, exigiéndole que se retirara.

Lee también: El Top 5 de Wes Anderson

Simon asegura que él sólo estaba fotografiando el restaurante como parte de su trabajo para el Times, cuando de pronto Murray se le acercó, le derramó su trago en la camisa y lo empujó contra una puerta, diciéndole que si no se retiraba del lugar, él lo iba a sacar por la fuerza.

Murray, por el otro lado, alega que él estaba comiendo en Lola’s tranquilamente cuando Simon comenzó a sacarle fotografías y a invadir su espacio personal y que, como no hizo caso cuando se le pidió que se alejara de su mesa, se vio en la necesidad de levantarse y ponerse físico, dado que el otro se mostraba muy insistente en fotografiarle.

La dueña del restaurante, Katherine Domitrovich, habló con la policía sobre el evento y dijo que lo que declara Murray es verdad y que más bien fue Simon el que se puso pesado e inapropiado, tanto que la misma Domitrovich tuvo que intervenir para sacarlo y, posteriormente, prohibirle el reingreso al local.

Con todo y que es difícil saber cuál de las versiones es la más cercana a la realidad, lo cierto es que de todos modos fue contraproducente para ambos, pues si lo que Murray estaba tratando de evitar era ser fotografiado en su tiempo libre, de todos modos apareció en los titulares luego de que Simon fue a los medios para acusarlo de hostigarlo en un lugar público, cuando él sólo estaba trabajando.

Otra historia de Hollywood que no acabó bien para ninguno de los involucrados, algo que cada vez se vuelve más reciente en el medio.

No te pierdas: Wes Anderson: sus mejores películas según la crítica