Tomatazos

Si usted ha visto Harry, El sucio - 95%, El Bueno, El Malo y El Feo - 97%, Gran Torino - 79%, Golpes del Destino - 91%, etc... Clint Eastwood es alguien a quien no se le debe estafar, o recibirás una dura venganza. Sin embargo, los dueños de una compañía de manufactura farmacéutica cometieron el error de hacerlo.

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El pasado martes, Eastwood acudió a los tribunales para presentar su denuncia contra Molecular Defenses Corporation y su director Kevin Davis, con esto empezó un proceso de demanda por "estafa a través de la usurpación directa, transferencias encubiertas de propiedad intelectual y por uso de empresas fantasmas", de acuerdo a informes de The Hollywood Reporter.

Durante años Eastwood invirtió en la investigación del Doctor Harry Demopoulos, quien además de ser un extra ocasional en las producciones de Hollywood, dirigía estudios sobre glutatión, un suplemento con propiedades para activar el sistema inmunológico. El Dr. Demopoulos murió recientemente, sin embargo, sus patentes fueron transferidas de forma sospechosa a la Molecular Defenses Corporation, antes del deceso. Esto dejó fuera a los accionistas del Doctor, entre ellos a Eastwood.

La leyenda de la Meca del cine presentó su denuncia en calidad de uno de los principales accionistas de Antioxidant Pharmaceuticals Corporation (empresa original de Demopoulos), a la cual tuvo acceso THR, en la cual se describe como actuando de la mala fe, Davis y otros miembros, supuestamente por petición de Demopoulos hicieron la transferencia de propiedad intelectual. En 2015 la empresa comenzó una reestructuración para reformularse como Molecular Defense Corporation, entonces los accionistas demandaron a la compañía de Demopoulos, sin embargo, durante el proceso, en 2016, el Doctor sufrió un ataque fulminante al corazón. En este momento se transfirieron a una tercera entidad, homónima a la segunda, 6 patentes de glutatión.

El alegato de Eastwood atañe a la disolución de la compañía sin una repartición de dividendos para los accionistas. Lo cual corresponde a una estafa, pues se corrompe el acuerdo entre inversores y empresarios, sobre todo si en el contrato existen cláusulas y términos de liquidación preferencial para los accionistas de primeras etapas.

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La demanda de Eastwood que consiguió THR aboga por conseguir el dinero proporcional al valor de las acciones por las patentes:

El Dr. Demopoulos murió poco tiempo después, dejando inconclusos (y en ruinas) sus esfuerzos para consolidar el negocio, presentar informes de resultados y los dividendos justos para los accionistas. Desde el ataque del Dr. Demopoulos, Eastwood realizó esfuerzos hercúleos para obtener información sobre los Demandados concerniente a las operaciones del negocio, los accionistas y la propiedad intelectual de la compañía del Dr. Demopoulos, incluso lo correspondiente a la entidad demandada. Pero los Demandados se negaron a proveerla incluso en su versión más mínima, en cambio, gastaron los últimos dos años en implementar una estrategia de demora con palabras amables, promesas vacías y goteo de información incompleta, contradictoria y vaga. Mientras tanto, solicitaron inversiones adicionales a Eastwood, los Demandados estuvieron trabajando en el desarrollo y monetización de todas las patentes de glutatión, que pertenecen por derecho propio a los accionistas de APC, incluido Eastwood.

Lo cierto es que para estafar a Eastwood se debe ser o muy valiente o muy estúpido, o quizá sólo se sienten demasiado suertudos para jugar este ardid al múltiple ganador del Óscar.

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